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Jardines Kenrokuen de Kanazawa

Guía de los jardines japoneses: diseño, composición, elementos, tipos…

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Los jardines japoneses o Nihon teien (日本庭園) son uno de los atractivos que a menudo quien viaja a Japón incluye en su planificación.

No nos extraña, porque estos jardines tradicionales son una verdadera maravilla. Estos jardines buscan capturar la belleza de la naturaleza sin artificios. Llenos de simbología, son un ejemplo perfecto de la estética japonesa.

Pero no sólo los puedes disfrutar por si solos, ya que también hay jardines japoneses en villas privadas, residencias, parques, templos, santuarios, castillos o hasta museos.

Aunque en un principio los jardines japoneses seguían el modelo chino, con los años fueron incorporando elementos autóctonos hasta crear un estilo propio. Además, como verás a continuación, hay distintos tipos de jardines, distintos entre sí. No obstante, todos tienen ciertos elementos comunes de diseño y composición.

Jardines Koishikawa Korakuen en Tokio
Jardines Koishikawa Korakuen en Tokio

Los jardines japoneses en nuestro podcast

Si quieres saber más sobre los jardines japoneses y te apetece hacerlo en formato podcast para cuando viajas, caminas o haces deporte, tenemos un episodio en Japonesamente que te gustará.

Los jardines japoneses en vídeo

Si eres de los que prefiere el formato audiovisual, te dejamos a continuación el vídeo de nuestro directo sobre jardines japoneses. En él hablamos de su historia, composición, elementos decorativos, tipos de jardines, los mejores jardines en Japón, etc.

Así que si te gustan este tipo de contenidos, dale al like y suscríbete a nuestro canal para no perderte ningún vídeo.

Historia de los jardines japoneses

Como tantas otras cosas en Japón, el diseño y arquitectura de los jardines japoneses fue inicialmente importado de China. Esto comenzó en el periodo Asuka (552-710) pero no se desarrolló plenamente hasta el periodo Kamakura (1185-1333).

Las ideas sobre diseño de jardines llegaron muy influidas por leyendas del taoísmo y del budismo chino. En esa época los jardines japoneses imitaban en cierto modo los jardines imperiales de la dinastía Tang.

Los primeros jardines japoneses aparecen mencionados en las crónicas Nihon Shoki (del año 720) y en la colección de poemas Man’yoshu (600-759). En esta última se menciona un jardín con pequeños islotes y rocas que representaban las islas de la leyenda taoísta de los Ocho Inmortales.

Como curiosidad, las rocas o islas en un estanque que representan las islas de los Ocho Inmortales todavía son muy populares en la actualidad. Un ejemplo perfecto lo encontramos en los jardines Koishikawa Korakuen de Tokio, en cuyo estanque se encuentra una isla que simboliza el monte Horai. Y es que Horai es el nombre japonés de la isla de la leyenda china de los Ocho Inmortales.

Isla Horai en los jardines Koishikawa Korakuen
Isla Horai en los jardines Koishikawa Korakuen

Periodos Nara y Heian: adopción de elementos japoneses

Durante el periodo Nara (710–794) el diseño de jardines japoneses comenzó a adoptar elementos puramente japoneses, comenzando a usar un estilo más natural.

Desafortunadamente, en la actualidad no queda ningún jardín de este periodo. No obstante, sí puedes ver una reconstrucción del jardín del Palacio Oriental del Palacio Heijo de Nara, como ejemplo perfecto de jardín de la época.

Con el traslado de la capital desde Nara a Heian-kyo (actual Kioto) en el periodo Heian (794–1185), el diseño de jardines japoneses siguió creciendo y prosperando. Fue entonces cuando comenzaron a popularizarse los jardines palaciegos y los jardines en residencias y templos, en los que el agua era un elemento vital. Por ejemplo, con la popularización de la escuela de budismo de la Tierra Pura surgieron muchos jardines específicos que mostraban imágenes de la Tierra Pura o paraíso.

Desafortunadamente, tampoco queda ninguno en su estado original. Sin embargo, puedes visitar los jardines del templo Byodo-in en Uji o los jardines del templo Motsu-ji de Hiraizumi para identificar algunos de los elementos típicos de este tipo de jardines de la Tierra Pura.

Templo Byodo-in en Uji, con el salón del Fénix en un islote del estanque
Templo Byodo-in en Uji, con el salón del Fénix en un islote del estanque

Es en esta época cuando se publica el texto de normas Sakutei-ki que se rige especialmente por los principios del Feng Shui. Este texto incluye instrucciones de paisajismo y jardinería para construir un jardín japonés modelo, basado en el principio del «equilibrio inestable».

Así, por ejemplo, el texto recomienda que el agua circule de este a oeste para obtener buena fortuna. Y es que de esta manera el agua se llevará el mitológico dragón azul, que vive en el este, hasta el oeste, donde se encuentra el legendario tigre blanco.

La belleza de los jardines de la época se ve reflejada en la novela Genji Monogatari de Murasaki Shikibu, escrita aproximadamente en 1005. En ella muchas de las escenas ocurren en jardines, que son descritos con gran detalle y forman un tapiz perfecto para el desarrollo de la trama.

Periodos Kamakura y Muromachi: jardines zen

Los periodos Kamakura y Muromachi (1185-1573) destacaron especialmente por la adopción del budismo zen y el concepto de «meditación». Y como no podía ser de otra manera, en esta época surgieron los jardines secos o de rocas o karensansui. Es decir, los jardines zen diseñados para ser observados desde una plataforma de meditación. Estos jardines no pretenden mostrar la naturaleza tal como es, sino su esencia.

Existen muchos ejemplos de jardines de esa época, especialmente en los templos zen de Kioto. Quizás el más conocido de todos ellos es el jardín zen del templo Ryoan-ji, aunque también destacan los jardines zen del complejo del templo Daitoku-ji o el jardín del templo Tenryu-ji en Arashiyama.

Jardín zen del templo Daitoku-ji
Jardín zen del templo Daitoku-ji

Periodo Azuchi-Momoyama: nuevos tipos de jardines

Seguidamente, durante las guerras del periodo Azuchi-Momoyama (1568–1600) apareció un nuevo tipo de jardín. Este nuevo tipo de jardín estaba diseñado para verse desde arriba, es decir, desde lo alto de un castillo o desde el segundo piso de una residencia, por ejemplo. Durante esta época se combinaron elementos de los jardines paisajísticos y los jardines zen para crear un jardín que pudiera disfrutarse desde esa distancia.

También en esta época se popularizó la ceremonia del té, razón por la cual aparecieron jardines específicos para las casas de té. Estos jardines se regían por el principio del wabi, ese refinamiento y calma sobria típica de la estética japonesa.

Jardín de entrada y sala de espera de una casa de té en el castillo de Aizu-Wakamatsu
Jardín de entrada y sala de espera de una casa de té en el castillo de Aizu-Wakamatsu

Periodo Edo: auge de jardines de paseo

Durante el periodo Edo (1600–1868), además de los jardines zen, se popularizaron los grandes jardines de paseo que usaban especialmente los micropaisajes, la composición de fondos y el «paisaje prestado», que te explicamos a continuación.

Los daimyo, los señores feudales de la época, construyeron multitud de jardines de paseo en sus residencias y villas de descanso, así como cerca de sus castillos. Algunos ejemplos de estos jardines de paseo del periodo Edo son los jardines Korakuen de Okayama y los jardines Kenrokuen de Kanazawa. También son jardines de este tipo los jardines Rikugien y los Koishikawa Korakuen, ambos en Tokio.

Jardines Kenrokuen en Kanazawa
Jardines Kenrokuen en Kanazawa

Periodo Meiji en adelante: modernización

Con la apertura a Occidente y la modernización de Japón en el periodo Meiji (1868–1912) muchos jardines privados se reconvirtieron en parques públicos. Y, de hecho, algunos adoptaron diseños y elementos típicos de los jardines occidentales, sobre todo franceses e ingleses.

Finalmente, en la actualidad, es clave la figura del diseñador o arquitecto paisajístico para dar forma a los nuevos jardines. Y encontramos diseños de todo tipo: desde diseños que se inspiran en modelos clásicos de influencias chinas hasta diseños de elementos puramente japoneses.

Algunos de los jardines modernos más conocidos son los jardines del Museo de Arte de Adachi, cerca de Matsue o el jardín del templo Kongobuji del monte Koya o Koyasan, por mencionar sólo dos ejemplos. Este último, diseñado y construido en 1984, es uno de los mayores jardines de roca de Japón y representa dos dragones que salen de un mar de nubes.

Jardín Banryutei del templo Kongobuji en Koyasan
Jardín Banryutei del templo Kongobuji en Koyasan

Composición de los jardines japoneses

Como hemos comentado al inicio, el objetivo de los jardines japoneses es siempre capturar la belleza natural de la naturaleza. Es por ello que buscan ser irregulares, como la propia naturaleza. Aunque en el caso de los jardines japoneses, como ocurre en otras expresiones artísticas japonesas, la supuesta irregularidad está medida y buscada. Así que, en estos casos, la naturaleza no está descontrolada, sino que todo está cuidado al milímetro para que parezca natural sin que se note que es artificial.

Los jardines japoneses destacan por cinco elementos claves en su composición:

  1. Micropaisajes: Los jardines reproducen paisajes conocidos a pequeña escala, en lo que se conoce como «micropaisajes». Un ejemplo es la reproducción en miniatura del monte Fuji en los jardines Suizenji de Kumamoto. El monte Fuji, de hecho, es uno de los micropaisajes más populares en los jardines japoneses.
  2. Simbología: Los elementos que conforman el jardín simbolizan aspectos de la naturaleza. Así, por ejemplo, las rocas suelen simbolizar montes o islas y la arena rastrillada suele simbolizar el mar y sus olas.
  3. Asimetría: En el diseño de un jardín japonés la asimetría es clave. Ningún elemento destaca por encima del resto y para ello los distintos elementos se colocan en diagonal y se juega con los ángulos.
  4. Escondido: Muchos de los jardines japoneses están diseñados para que haya elementos que queden escondidos y que sólo vayas descubriendo a medida que caminas por el jardín. Este concepto se conoce en japonés como miegakure (que significa «esconder y mostrar»).
  5. Superposición de fondos: En los jardines japoneses se usa el diseño como una superposición de fondos, para además no mostrarlo todo de golpe. En este punto es importante el concepto de «paisaje prestado» (shakkei), que incorpora elementos situados fuera de los jardines como parte de la vista general del jardín. Un ejemplo podría ser el castillo de Hikone como «paisaje prestado» en los jardines Genkyu-en. En este caso, el castillo realmente está fuera de los límites del jardín, pero su presencia se integra perfectamente con la visión del lago y de la casa de té que sí son parte del jardín.
Jardines Genkyu-en con el castillo de Hikone como "paisaje prestado"
Jardines Genkyu-en con el castillo de Hikone como «paisaje prestado»

Elementos de los jardines japoneses

Plantas

El primer elemento de un jardín japonés no puede ser otro que las plantas, claro está. Los árboles, arbustos y flores se eligen por su color y por su simbolismo. Y los más comunes son el pino japonés, bambú, cerezo, arce, ciruelo, sauce, ginkgo, ciprés, cedro japonés y musgo. También hay todo tipo de flores estacionales como lirios, azaleas, hortensias o glicinas.

Los árboles de los jardines japoneses se podan cuidadosamente para darles curiosas formas. Y los árboles florales y las flores se agrupan teniendo en cuenta cuándo florecen, para crear maravillosos tapices de colores. Todo esto se hace para conseguir mostrar la naturaleza en todo su esplendor y haciendo parecer que todo es natural, como decíamos. Pero como ves, todo está calculado y cuidadosamente planificado.

Arces, cerezos, pampas... vegetación variada en los jardines Kenrokuen de Kanazawa
Arces, cerezos, pampas… vegetación variada en los jardines Kenrokuen de Kanazawa

Rocas y arenilla

Otro de los elementos básicos, especialmente en el diseño de los jardines zen, son las rocas y la arenilla. Las rocas simbolizan montañas o islas, mientras que la arenilla rastrillada suele simbolizar un río o el mar. Así, se juega con el concepto del yin y el yang de la filosofía taoísta, a pesar de ser jardines budistas.

De esta forma, por ejemplo, una roca vertical puede simbolizar el monte Horai, hogar de los Ocho Inmortales de la mitología china. O también puede ser una carpa, saltando fuera del agua. Por otro lado, si la roca está en posición horizontal, puede representar la tierra.

En los jardines japoneses se suelen usar rocas volcánicas (kasei-gan) para representar montañas y rocas de aspecto suave y redondo (suisei-gan) para colocar en los estanques o como rocas de paso.

Jardín zen del complejo Daitoku-ji de Kioto
Jardín zen del complejo Daitoku-ji de Kioto

Agua

Otro elemento que siempre aparecerá en un jardín japonés es el agua. Puede ser en forma de estanque, riachuelo o hasta de arena rastrillada, que como ya sabes simboliza el agua.

Sea simbólica o real, el agua siempre está presente. Si el jardín es de tamaño considerable, no es raro encontrar alguna pequeña cascada, que represente otras cascadas de mayor tamaño en la naturaleza.

Riachuelos del estanque principal de los jardines Koishikawa Korakuen de Tokio
Riachuelos del estanque principal de los jardines Koishikawa Korakuen de Tokio

En el texto Sakutei-ki se recomendaban distintos micropaisajes con agua y se mencionaban las normas para colocar correctamente el estanque o los riachuelos y obtener buena fortuna. Según este texto, el agua debería entrar al jardín por el este y circular hacia el oeste para así llevarse consigo cualquier mal.

Otra posible circulación para el agua es de norte a sur, que simboliza el yin y el yang. Y es que el norte representa el agua según la cosmología budista, mientras que el sur representa el fuego. Al ser opuestos, generan buena fortuna.

Como puedes ver, el sincretismo religioso japonés aplica también a los jardines, mezclando elementos diversos sin ningún tipo de problema.

Cascada de agua en los jardines Gyokusen’inmaru de Kanazawa
Cascada de agua en los jardines Gyokusen’inmaru de Kanazawa

Peces

Los peces, especialmente carpas (nishiki-goi) y peces de colores, son otro de los elementos típicos de un jardín japonés. Las carpas ya son un clásico, pero como curiosidad, los peces de colores eran muy típicos como elemento decorativo de los jardines chinos.

Carpas en los jardines Suizen-ji Jōju-en de Kumamoto
Carpas en los jardines Suizen-ji Jōju-en de Kumamoto

Islote en el estanque

Otro elemento relacionado con el agua son los pequeños islotes en los estanques. Estas islas o islotes suelen representar algún monte sagrado, como por ejemplo el ya mencionado monte Horai de la mitología taoísta.

Islote en los jardines Suizen-ji Jōju-en de Kumamoto
Islote en los jardines Suizen-ji Jōju-en de Kumamoto

Puente

Asimismo, otro elemento que no puede faltar en el diseño de un jardín japonés es un puente que nos acerque al islote del estanque o a otra parte del mismo.

Los primeros puentes en jardines japoneses aparecieron en el periodo Heian. Desde entonces, estos puentes pueden ser de piedra o madera, arqueados o planos, y a veces pintados de color bermellón.

Puente en los jardines Koishikawa Korakuen de Tokio
Puente en los jardines Koishikawa Korakuen de Tokio

Con la popularización en el periodo Edo de los jardines de paseo, se popularizaron también los distintos puentes para recorrer todos los puntos del jardín.

Eso sí, en algunos casos puede que encuentres puentes que son sólo decorativos, ya que no se permite cruzarlos, porque conectan con ese islote central.

Distintos puentes en los jardines Gyokusen’inmaru de Kanazawa
Distintos puentes en los jardines Gyokusen’inmaru de Kanazawa

Lámpara tradicional

Las lámparas tradicionales de piedra son otro de los elementos básicos de un jardín japonés.

Originalmente estas lámparas se encontraban en los templos budistas, formando auténticos caminos de entrada, aunque en el periodo Heian comenzaron a colocarse también en santuarios sintoístas. Finalmente, antes del periodo Edo se añadieron también a los jardines como elemento decorativo.

Lámpara en los jardines del templo Sanzen-in de Ohara
Lámpara en los jardines del templo Sanzen-in de Ohara

Pileta de piedra con agua

Otro elemento interesante que encontrarás en jardines japoneses son las tsukubai o piletas de piedra con agua.

Estas piletas se usaban originalmente para que los visitantes pudieran limpiarse las manos o beber agua, pero en la actualidad su función es puramente estética.

Pileta de agua en los jardines del templo Sanzen-in de Ohara
Pileta de agua en los jardines del templo Sanzen-in de Ohara

Casa de té

Son muchos los jardines japoneses que disponen de una casa de té en sus inmediaciones. Es el lugar perfecto para relajarse y tomar un té verde matcha junto con un dulce tradicional mientras disfrutas de la belleza del jardín que te rodea. Además, los precios suelen ser relativamente baratos, sobre unos 500 yenes.

Acceso a la casa de té de los jardines Ritsurin
Acceso a la casa de té de los jardines Ritsurin

Montículos y caminos

Finalmente, especialmente en los jardines de paseo, es habitual que haya montículos. Y como ya imaginas, ninguno de estos montículos están ahí de forma natural o al azar, sino que han sido cuidadosamente diseñados.

Estos montículos representan montañas reales y, entre ellos, siempre existen distintos caminos que te permiten descubrir todos los rincones del jardín paseando entre ellos.

Montículos y caminos en los jardines Suizen-ji Jōju-en de Kumamoto
Montículos y caminos en los jardines Suizen-ji Jōju-en de Kumamoto

Tipos de jardín japonés

En nuestro paseo por la historia de los jardines japoneses hemos ido mencionando los diferentes tipos existentes. Sin embargo, aquí encontrarlas más detalle de todos ellos, para que cuando viajes a Japón y visites alguno puedas identificarlo sin problemas.

Jardines de paseo

Los jardines de paseo se llaman Kaiyu Shiki Teien y son jardines que incluyen un paseo habitualmente en torno a un estanque. Son jardines típicos del periodo Edo, que aparecieron en las villas de descanso de los nobles y los señores feudales.

Este tipo de jardines destacan por sus micropaisajes y por sus aspectos de miegakure, es decir, por esconder objetos de composición para no revelarlo todo de golpe. Asimismo, muchos de ellos también intentan incluir, a ser posible, algún elemento que sea un paisaje prestado.

Dos famosos ejemplos de este tipo de jardines son los jardines Suizen-ji Jōju-en de Kumamoto, con su versión en miniatura del monte Fuji, y los jardines Rikugi-en de Tokio, con sus micropaisajes inspirados en 88 famosos poemas japoneses.

Jardines Suizen-ji Jōju-en de Kumamoto, unos jardines de paseo
Jardines Suizen-ji Jōju-en de Kumamoto, unos jardines de paseo

Jardines de contemplación (o jardines secos)

Los jardines de contemplación, a veces también llamados jardines secos o Karesansui, fueron introducidos por los monjes zen en sus templos. Destacan por el uso de arenilla blanca o gravilla rastrillada y la combinación con rocas y musgo.

Al contrario que los jardines anteriores, los jardines zen están diseñados para ser contemplados desde una plataforma del templo. Como buenos jardines zen que son, buscan facilitar la meditación a través de la contemplación.

Dos ejemplos de este tipo de jardines son el jardín zen del templo Ryoanji y los distintos jardines zen del templo Daitokuji, ambos en Kioto.

Jardín zen (de contemplación o seco) en el complejo del templo Daitokuji
Jardín zen (de contemplación o seco) en el complejo del templo Daitokuji

Jardines del paraíso

Los jardines del paraíso son típicos de finales del periodo Heian. Fueron creados por nobles de la secta budista de la Tierra Pura (Jodo) y, naturalmente, representan y simbolizan ese paraíso de la Tierra Pura.

Muchos de ellos solían tener un islote en el estanque, llamado Nakajima, donde se colocaba el salón del Buda que se conectaba con un puente. El mejor ejemplo de ello es el jardín del salón del Fénix del templo Byodo-in de Uji, por ejemplo.

Salón del Fénix del templo Byodo-in en Uji, con su jardín del paraíso
Salón del Fénix del templo Byodo-in en Uji, con su jardín del paraíso

Antiguos jardines con estanque

Los antiguos jardines con estanque fueron importados desde China durante el periodo Heian. Solían tener una residencia grande y decorada, de la que salían dos alas sobre el estanque y el jardín. Cada ala tenía un pabellón desde el que se podía contemplar la belleza del estanque.

Desgraciadamente, no queda ninguno original pero una de las mejores reconstrucciones que hay es el jardín del santuario Heian, por ejemplo.

Jardines del santuario Heian
Jardines del santuario Heian (© JNTO)

Jardines de casas de té

Los jardines de té, llamados Chaniwa, son típicos del periodo Muromachi (1333-1573) y del periodo Azuchi-Momoyama (1573-1600).

Estos jardines son aquellos que te llevan a la casa de té y que se disfrutan desde la misma. Suelen ser pequeños, pero su diseño invita a la relajación y la meditación.

Casa de té en los jardines Genkyu-en de Hikone
Casa de té en los jardines Genkyu-en de Hikone

Jardines de aposentos

Los jardines de aposentos son pequeños jardines, habitualmente de unos 3 metros cuadrados, llamados Tsubo-niwa, que se encuentran en el interior de casas tradicionales. Están hechos para ser contemplados desde una sala tradicional y así sentir algo de naturaleza, aún estando en el interior.

Estos jardines, por supuesto, no se pueden disfrutar sin entrar en la vivienda, ya que desde fuera no se ven. Por eso es tan especial poder ver alguno de ellos, sobre todo en casas particulares, ya que no es lo normal.

Tsubo-niwa (jardín de aposentos) en el templo Sanzen-in de Ohara
Tsubo-niwa (jardín de aposentos) en el templo Sanzen-in de Ohara

Los mejores jardines japoneses

Hay muchos jardines en Japón, así que si quieres visitar alguno durante tu viaje, escoger los mejores puede ser complicado. Para ayudarte hemos hecho una recopilación que te ayudará a añadir puntos de interés a tu viaje.

Nihon Sanmeien o los 3 mejores jardines de Japón

Aunque no se sabe a ciencia cierta cuándo se creó esta lista, existen registros escritos en 1899 que hablan ya de la lista Nihon Sanmeien (日本三名園) o los 3 mejores jardines de Japón. Son los siguientes:

  • Kenroku-en (Kanazawa). Su nombre significa «jardín de las 6 características», que son las seis que se consideran básicas en un jardín ideal: espacio, serenidad, venerabilidad, grandes vistas, diseño sutil y frescor. Pegado al castillo de Kanazawa, es un precioso lugar para pasear o, incluso, para tomar un té verde.
  • Koraku-en (Okayama). Su nombre significa «jardín para disfrutar después». Y es que, según las enseñanzas de Confucio, se supone que el buen gobernante sólo debe atender a sus propios intereses cuando ha tenido en cuenta primero los de sus súbditos. En verano tiene lugar aquí el precioso festival Genso Teien. Además, con el castillo de Okayama como paisaje prestado, puede ser una bonita excursión de día desde Osaka o Kioto.
  • Kairaku-en (Mito). Su nombre significa «jardín para disfrutar con la gente». Es algo diferente a los otros dos pero también precioso, con un bosque de bambú mucho más grande que el de Arashiyama y con mucha menos gente. Además, hay una preciosa casa tradicional japonesa que se puede visitar en su interior.
Jardines Kenrokuen en Kanazawa
Jardines Kenrokuen en Kanazawa
Jóvenes en yukata paseando por los jardines Koraku-en de Okayama
Paseando en yukata por los jardines Koraku-en de Okayama
Jardines Kairakuen en Mito
Jardines Kairakuen en Mito

Jardines japoneses destacados

  • Oyaku-en (Aizu-Wakamatsu). Jardín paisajístico cuyo nombre significa «jardín de hierbas medicinales» y es que en el siglo XVIII se plantaron aquí muchas plantas medicinales. Hoy tiene un jardín específico para este tipo de plantas, además del estanque y la casa de té.
  • Hama-Rikyu (Tokio). Jardín paisajístico y de paseo, rodeado de rascacielos de Shiodome. Destaca por su estanque de agua salada que cambia de volumen con la marea (al estar tan cerca de la bahía de Tokio).
  • Koishikawa Korakuen (Tokio). Jardín paisajístico y de paseo, con estanque principal y un montón de caminos alrededor. A los pies del Tokyo Dome, es un espacio tranquilo y solitario. Imita paisajes preciosos, usando rocas como montañas, riachuelos, etc. Es especialmente popular en otoño.
  • Jardín Nacional Shinjuku Gyoen (Tokio). Jardín con tres espacios diferenciados: un jardín japonés, un jardín inglés y un jardín francés con rosaleda. Salió en el anime Jardín de las palabras de Makoto Shinkai.
  • Rikugi-en (Tokio). Considerado uno de los jardines paisajísticos más bonitos de Tokio. Situado entre Ikebukuro y Ueno, se inspira en 88 escenas de la poesía clásica japonesa. Es uno de los mejores sitios para disfrutar del momiji.
  • Isui-en (Nara). Jardín paisajístico de estilo japonés que en realidad son dos jardines juntados en uno. El jardín delantero tiene una antigua villa de descanso y una casa de té, mientras que el jardín posterior es un jardín de paseo alrededor de un estanque
  • Koko-en (Himeji). Jardín construido en 1992 para conmemorar el centenario de la ciudad. Es en realidad 9 mini-jardines que ejemplifican los distintos estilos de jardines japoneses.
  • Genkyu-en (Hikone). Jardín paisajístico construido a los pies del castillo de Hikone en 1677. Diseñado a partir de un jardín palaciego de la China Tang. Tiene casa de té, pequeños caminos y paisaje prestado.
  • Shukkei-en (Hiroshima). «Jardín de los paisajes en miniatura» y es que tiene escenas en miniatura que imitan el lago Xihu de China. Buen lugar para disfrutar del hanami.
  • Jardines Ritsurin (Takamatsu). Jardín paisajístico con un estanque, casas de té y varios caminos y montículos que te llevan por todos los jardines. El monte Shiun de fondo es su «paisaje prestado».
  • Suizen-ji Joju-en (Kumamoto). Jardín paisajístico conocido por su reproducción en miniatura del monte Fuji. Uno de los mejores ejemplos del jardín de paseo clásico.
  • Sengan-en (Kagoshima). Jardín de la residencia del clan Shimazu en Kagoshima, construido en 1658. Destaca por usar como paisaje prestado el volcán Sakurajima. Y como detalle, en 1736 se añadió bambú de China (obtenido a través del reino de Ryukyu o actual Okinawa).
Jardines Kokoen en Himeji
Jardines Kokoen en Himeji

Otros lugares con jardines de interés

A continuación mencionamos los mejores jardines situados en templos y santuarios, villas de descanso o hasta museos:

  • Saiho-ji (Kokedera, Kioto). El «templo del musgo» es conocido por su jardín lleno de musgo rodeado de cedros y arces. ¡Contiene 120 especies diferentes de musgo!
  • Templo Ryoanji (Kioto). Famoso por su jardín zen de arenilla blanca y rocas. Lo interesante de su diseño es que nunca puedes ver todas las rocas a la vez, siempre habrá alguna escondida. Aparte, hay otros jardines alrededor del templo.
  • Templo Tenryuji (Arashiyama, Kioto). Antigua villa privada, hoy es uno de los cinco mayores templos zen de Kioto. Tiene un jardín precioso con un estanque principal, rocas, pinos y Arashiyama de fondo… además de muchos arces, que lo hace precioso en otoño. Otro gran momento para visitarlo es en julio, cuando florecen los lotos del estanque.
  • Templo Daitoku-ji. Enorme complejo, lleno de pequeños templos con jardines zen en Kioto.
  • Katsura Rikyu (Villa imperial, Kioto). Villa imperial con uno de los mejores ejemplos de «jardín japonés». Tiene estanques que reflejan el agua, pinos y árboles tallados maravillosamente entre montículos y arbustos, pequeños caminos, etc.
  • Santuario Heian (Kioto). Precioso sobre todo en febrero, con la floración del ciruelo o ume.
  • Templo Kinkakuji (Kioto). Detrás del salón principal verás unos jardines preciosos alrededor del estanque Anmin-taku, con cascadas, islotes y más.
  • Templo Ginkakuji (Kioto). Dado que fue una villa privada del siglo XV, tiene mucho jardín: desde el jardín zen «Mar de arena plateada» (porque parece de plata bajo la luz de la luna) a las fuentes, musgo y árboles que lo rodean.
  • Museo Nezu (Tokio). Museo diseñado por Kengo Kuma, el famoso arquitecto japonés, entre Omotesando y Aoyama. Cuenta con un jardín tradicional con un estanque, pequeños puentes y caminos que te llevan hasta casas de té entre la vegetación. Especialmente bonito cuando los lirios florecen en mayo.
  • Museo de arte Honma (Sakata). Jardín japonés a los pies de una preciosa villa construida en 1813 como segunda residencia de la familia de comerciantes Honma. Es un jardín de paseo, con su estanque central y sus caminos alrededor. Además, tiene muy pocos turistas, con lo que puedes disfrutarlo tranquilamente y sin prisas.

Por supuesto, hay muchísimos más, como por ejemplo el Ashikaga Flower Park, un parque repleto de glicinias que cuando florecen está espectacular, al norte de Tokio. O el jardín del Museo de Arte de Adachi en Matsue, considerado como el mejor jardín japonés según el Journal of Japanese Gardening durante 15 años consecutivos.

Glicinias en Ashikaga Flower Park
Glicinias en Ashikaga Flower Park (©JNTO)

Calendario de flores estacionales

Al tener plantas y flores estacionales, la vista a los jardines japoneses cambia muchísimo según la época del año. Así, es interesante revisar qué jardines están más bonitos según la época del año en la que viajes a Japón. Y no sólo tener en cuenta la floración de los cerezos o el cambio de color de las hojas de otoño, sino también la floración de otras flores y plantas como hortensias, glicinas, musgo rosáceo, lirios, lavanda…

  • Ciruelos (febrero): Jardines Kairakuen (Mito) y jardines del santuario Heian (Kioto).
  • Cerezos (marzo, abril): Cerezos en multitud de lugares. Dispones de itinerarios específicos para ver sakura en Japonismo.
  • Tulipanes (marzo, abril): Parque Huis Ten Bosch (Nagasaki).
  • Musgo rosáceo (abril, mayo): Parque Chichibu Hitsujiyama (Chichibu) y Fuji Shibazakura Matsuri (lago Motosuko, a los pies del Fuji).
  • Glicinia (mayo): Santuario Kameido (Tokio) y Ashikaga Flower Park (Tochigi).
  • Rosas (mayo, junio, julio y septiembre): Parque Gora de Hakone.
  • Hortensias (junio, mitad julio): Templo Meigetsuin de Kamakura (apodado Ajisai-dera o templo de las hortensias) con 2500 flores; el templo Hase-dera (Kamakura); el recorrido del Hakone Tozan Railway, (con iluminaciones especiales); y el templo Sanzen-in de Ohara (Kioto).
  • Lirios (mitad junio, comienzo julio): Jardín Botánico Makino (Kochi).
  • Girasoles (finales junio, julio, comienzos agosto): Campo de girasoles de Akeno, Yamanashi (con los Alpes japoneses al fondo) y el Festival de los girasoles de Kiyose, a las afueras de Tokio (con 100 000 girasoles).
  • Lavanda (julio, comienzos de agosto): Campos de flores de Furano y Biei (Hokkaido)
  • Momiji (noviembre): Por todo Japón verás jardines con árboles cuyas hojas cambian de color tornándose amarillas, rojas, naranjas, etc. En Japonismo tenemos varios itinerarios específicos para disfrutar del momiji.
  • Nieve (diciembre-febrero): Jardines Kenrokuen en Kanazawa.

Esperamos que este post te ayude a conocer y disfrutar de los jardines japoneses.

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Laura
Laura

Licenciada en Traducción e Interpretación con inglés y japonés (UAB) con estudios especializados en la Universidad de Estudios Extranjeros de Kioto (KUFS) y Máster en Estudios de Asia Oriental (UOC). En la actualidad es cofundadora y directora de Japonismo, medio especializado en Japón líder en español donde escribe artículos sobre Japón y copresenta los pódcasts "Japón a Fondo" y "Japonesamente" centrados en cultura japonesa y viajes a Japón. Además, ha publicado dos libros "Japonismo. Un delicioso viaje gastronómico por Japón" y "Japón en imágenes" (Anaya Touring). Laura imparte clases de literatura japonesa, turismo, gastronomía japonesa, business en Japón y arte japonés en el Curso de Especialización en Estudios Japoneses (CEEJ) y ha impartido varios cursos en distintas organizaciones como el curso "Japón y las cuatro estaciones" en Casa Asia, la masterclass sobre "Protocolo japonés" en la Universitat Ramon Llull (Blanquerna) o el curso de digitalización de competencias para el grado de Estudios de Asia Oriental de la Universidad de Málaga.

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