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La isla de Miyajima es uno de los destinos más conocidos en Japón, aunque generalmente se la conoce por el gran torii flotante del santuario Itsukushima. Pero una estructura que se cuela en muchas fotos es la pagoda de cinco pisos y el salón de madera Senjokaku. Sin duda, merece la pena que te acerques hasta ellos para descubrir otros rincones de la isla, que es mucho más que el torii.
Puedes llegar a ambas estructuras directamente desde el santuario Itsukushima, pero queremos ofrecerte una alternativa incluso más interesante a través del callejón Yamabe.
Paseando por este callejón harás una preciosa ruta a través de uno de los callejones más históricos y con encanto de toda Miyajima. Tras este paseo, llegarás hasta la pagoda de cinco pisos y el salón de madera Senjokaku y podrás continuar tu visita por la isla.
Pagoda y salón Senjokaku desde el callejón Yamabe
Miyajima a fondo en el podcast
Si quieres saberlo todo sobre Miyajima (qué ver, qué comer, dónde dormir y más) pero en formato podcast, estás de suerte, porque le dedicamos un episodio en Japón a fondo. ¡Dale al play!
Por el callejón Yamabe hasta la pagoda y el salón Senjokaku
A pesar de ser extremadamente turística, Miyajima ha sabido mantener ese ambiente tranquilo y sosegado de la vida diaria, esa simplicidad de lo cotidiano que tanto nos enamora cuando estamos de viaje por Japón.
En este paseo podrás disfrutar justamente de eso mismo, alejándote un poco de las zonas más llenas de turistas y disfrutar de las vistas a otro ritmo. Pocas veces podrás tener algo tan tranquilo a tan poca distancia de los grandes focos turísticos.
A continuación te damos todos los detalles del paseo por el callejón Yamabe hasta llegar a la pagoda de cinco pisos y el salón de madera Senjokaku.
No te olvides que tienes todos estos puntos y muchos más marcados en el mapa general de Miyajima. Este mapa, además, puedes usarlo durante tu viaje por la isla, como explicamos en Mapas para viajar a Japón.
Mapa turístico de Miyajima
Todo lo que te contamos sobre el salón Senjokaku, la pagoda de cinco pisos y el callejón Yamabe lo tienes marcado en el mapa general de la isla de Miyajima.
Una curiosidad de este paseo y también de la visita a la isla de Miyajima es encontrar los distintosenmei jizorepartidos por su extensión. Los jizo son deidades guardianas de los viajeros y los bebés y niños fallecidos.
En Miyajima encontrarás una decena de estatuas distintas de enmei jizo repartidas por toda la isla. Buscarlas es una motivación más para pasear por la isla, sin duda alguna.
Templo Hojuin y Chichi-Jizo
Teniendo esto en cuenta, el paseo comienza en la zona cercana al templo Hojuin, un templo de la secta budista Shingon fundado en el año 946. El templo en sí a menudo no se puede visitar pero, de todas formas, lo que nos interesa es ver uno de los enmei jizo que mencionábamos anteriormente.
Justo en la entrada del templo Hojuin tienes la estatua del Chichi-Jizo, en un extremo del callejón Yamabe. Este pequeño jizo facilita que los bebés se enganchen correctamente al pecho de la madre. Por lo tanto, hace que la lactancia materna sea todo un éxito.
Es por ello que muchas futuras madres acuden aquí a dejar pequeñas ofrendas al jizo y a rezar para una lactancia exitosa.
Uno de los enmei jizo de Miyajima: Chichi-Jizo
El callejón Yamabe
Desde aquí hay que tomar las escaleras de la derecha para tomar el callejón Yamabe o Yamabe no Komichi (山辺の小道).
Este callejón es el acceso más antiguo desde la zona del puerto al santuario Itsukushima y su gran torii. De hecho, cuando en el pasado la actual calle Omotesando estaba todavía bajo el mar, los isleños llegaban al santuario a través del callejón Yamabe.
Subida al callejón Yamabe
Así que pasear por aquí no sólo es bonito y relajado, sino que también es pasear por la historia de la isla. Pero no sólo disfrutarás de la historia, claro, sino también de las vistas.
Cuando pasees por el callejón tendrás una vista preciosa del gran torii de Miyajima y la pagoda de cinco pisos, pero también de los tejados tradicionales de las casas de la isla. Una imagen tradicional preciosa y con mucha fuerza.
Tejados de Miyajima
Al poco de haber iniciado el paseo por aquí disfrutarás de una de las vistas más bonitas del callejón. Frente a ti, verás la pagoda de cinco pisos, el salón Senjokaku y el gran torii flotante de Miyajima recortados entre un manto de tejados tradicionales.
Pagoda de cinco pisos y salón Senjokaku
A medio camino te encontrarás con el segundo enmei jizo del paseo. En este caso se trata del Jizo de Sakuramachi, llamado cariñosamente Ojizo-san.
Este jizo ofrece longevidad y es la deidad guardiana de los niños, por lo que es muy querido por los vecinos del barrio.
El segundo jizo del callejón Yamabe (Jizo de Sakuramachi)
El callejón Yamabe suele estar muy tranquilo, aunque si tienes suerte puedes cruzarnos con varios ciervos subiendo o bajando de la montaña. Ten en cuenta que, como se dice al llegar a la isla, no hay que dar de comer a los ciervos. Se busca que sean autosuficientes y busquen su propia comida, en lugar de depender de los turistas.
En toda esta zona la naturaleza es preciosa, con muchísimos arces que están especialmente llamativos en otoño con el momiji o cambio de color de las hojas. Los muros cubiertos de musgo también le dan un aire especial, casi decadente.
Momiji en el suelo del callejón Yamabe
Después de pasar al lado de algunas casas, te encontrarás con un par de vistas preciosas más del callejón Yamabe. La primera es la pagoda enmarcada por las ramas de un pino japonés.
Si te gusta la fotografía, puedes tomar aquí instantáneas muy bonitas de las ramas del pino con la pagoda, el salón de madera y algunos tejados tradicionales. Puedes jugar con la apertura de tu cámara para seleccionar qué partes de la imagen quieres en foco, si la pagoda o las ramas.
Vistas del callejón Yamabe
La pagoda de 5 pisos vista desde el callejón Yamabe
La otra vista preciosa que puedes disfrutar desde aquí es la de la pagoda de cinco pisos y el salón Senjokaku alzándose sobre un muro tradicional. Y, de nuevo, en un lugar muy tranquilo por el que casi no pasa nadie.
Si te desvías un segundo del camino, puedes bajar las escaleras y acercarte al santuario Ko, situado entre casas tradicionales. En su interior se encuentra otro de los enmei jizo de Miyajima, en este caso uno que favorece el amor y el emparejamiento.
Santuario Ko
Después de volver al callejón y pasar el restaurante tradicional Kakiwai (en el que puedes tomar algo según la hora del día y disfrutar de las vistas), verás la hilera de pinos tradicionales llamada Ryu no Matsu, literalmente «pinos del dragón».
Esta hilera de pinos japoneses de más de 200 años de antigüedad recibe este nombre porque, según los habitantes de Miyajima, las ramas se asemejaban a los bigotes de un dragón.
Hilera de pinos Ryu no Matsu vista desde arriba
En este momento entrarás de lleno en To-no-oka, literalmente «la colina de la pagoda». Aquí fue donde, en 1555, se produjo la batalla de Itsukushima entre el clan Mori y el clan Sue por la unificación de la región de Chugoku.
En septiembre de 1555 el clan Sue construyó aquí una fortaleza y se dispuso a sitiar las fuerzas del clan Mori en el antiguo castillo de Miyao. Sin embargo, a las pocas semanas las fuerzas del clan Mori asaltaron To-no-Oka y derrotaron al clan Sue, haciéndose con el control de la región. Hoy apenas queda nada de esa batalla, sólo un marcador y un cartel explicativo en japonés.
Casa de té a los pies de la pagoda de cinco pisos
Justo enfrente tienes la casa de té Tonooka-jaya, un restaurante tradicional donde puedes tomar algo o comer mientras disfrutas de las vistas.
En este punto, dejarás definitivamente atrás el callejón Yamabe y te encontrarás de lleno en la explanada donde está la pagoda de cinco pisos y el salón de madera Senjokaku.
La pagoda de cinco pisos
Gojunoto o la pagoda de cinco pisos (五重の塔) data de 1407, aunque el edificio actual es una restauración de 1533. Es una de las cinco pagodas de este tipo que todavía quedan en Japón.
Pagoda de cinco pisos de Miyajima
La pagoda mide 27,6 metros de alto y su diseño es principalmente japonés. Cuenta con decoraciones giboshi en la barandilla del primer piso y decoraciones de flores de loto en las barandillas del segundo al quinto piso. Además, el tejado está cubierto de tejas de corteza de ciprés recubiertas de lacado rojo.
No obstante, también puedes ver ciertos elementos de influencia china, sobre todo en los pilares de madera que soportan los aleros y en ciertos puntos de los travesaños.
Detalles de las decoraciones de la pagoda
El interior de la pagoda, que no está abierto al público, está decorado con motivos auspiciosos como una Kannon, un dragón, varias flores de loto o un sutra pintado en el techo. Además, la pagoda dispone de un pilar central que conecta el techo con el segundo piso y no llega hasta los cimientos, como sería habitual.
Asimismo, en los 16 pilares que conforman el primer piso se encuentran grabados los nombres de todos los que donaron dinero para su construcción y conservación, de los cuales 14 fueron mujeres.
Detalles de la barandilla y los giboshi del primer piso de la pagoda
Inicialmente, en el interior de la pagoda se encontraba consagrada la deidad de la medicina acompañada de los santos budistas Fugen y Monju.
Sin embargo, tPodas las imágenes fueron trasladadas al templo Daiganji durante el periodo Meiji. Por este motivo, hoy en día la visita a la pagoda se limita al exterior.
Pagoda de cinco pisos de Miyajima
El salón Senjokaku
Justo al lado de la pagoda tienes el precioso salón de madera Senjokaku (千畳閣), literalmente «el salón de las 1000 esterillas».
El nombre real del salón es santuario Toyokuni, pero recibió el apodo de salón Senjokaku por su amplio espacio interior, de aproximadamente mil esterillas de tatami de tamaño. No en vano, es la mayor estructura de este tipo de la isla de Miyajima.
Salón Senjokaku
El salón, declarado Bien de Interés Nacional en 1963, data de 1587. Es, por tanto, posterior a la pagoda que lo acompaña. Fue en aquel año cuando Toyotomi Hideyoshi, uno de los tres grandes unificadores de Japón, solicitó la construcción de un templo con una buena biblioteca budista. Hideyoshi quería rezar sutras en honor a los soldados fallecidos en las batallas durante la unificación de Japón.
Sin embargo, Hideyoshi falleció antes de que el salón se terminara. Y dado que fue Tokugawa Ieyasu quien luego subió al poder y no su hijo, como se pretendía, la construcción no se terminó nunca.
De haberse terminado, sería un maravilloso ejemplo de la llamativa arquitectura del periodo Azuchi-Momoyama. En cambio, nos encontramos hoy con un templo sin una entrada principal y un techo incompleto.
Balcones de madera del salón Senjokaku
Hasta el periodo Meiji se encontraban consagrados aquí Amida Buda y dos santos budistas, Ana y Kasho-sonja. Pero a partir de este periodo, el templo se convirtió en un santuario sintoísta y se dedicó al alma de Toyotomi Hideyoshi.
Del techo y pilares del salón cuelgan todo tipo de recuerdos y artículos históricos de interés. Por ejemplo, en un pilar de la parte sur puedes ver un trozo de madera que se usó como medidor durante la reconstrucción del gran torii del santuario Itsukushima en 1873.
En el salón Senjokaku hay muchísimas tablillas ema
También hay multitud de tablillas con dibujos tradicionales o ema que decoraban en el pasado las paredes del santuario hasta el periodo Meiji, momento en el que fueron trasladadas aquí.
Desde aquí, puedes disfrutar además de preciosas vistas del santuario Itsukushima que parece flotar sobre las aguas del mar interior de Seto.
Además, bajando las escaleras llegarás justo a la entrada del santuario, por lo que puedes visitarlo justo después, si te apetece.
Vistas del santuario Itsukushima
Información adicional del salón Senjokaku y la pagoda
El salón de madera Senjokaku está abierto de 08:30 a 16:30 horas y la entrada cuesta 100 yenes.
El acceso a la pagoda no está permitido y sólo puede verse desde fuera.
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Recomendamos comenzar el paseo desde el extremo más cercano al templo Hojuin y andar en dirección a la pagoda de cinco pisos y el salón Senjokaku. Aunque, evidentemente, el paseo puede hacerse al revés.
Te recomendamos mirar la información de las mareas para decidir cuándo quieres visitar el santuario de Itsukushima y el torii. Así, en función de esto, podrás hacer este paseo antes o después.
Para llegar desde la terminal de ferries, tienes que andar paralelo a la costa hasta encontrarte con la calle Omotesando. Desde allí toma la primera calle a la izquierda para subir hasta el inicio del callejón. Desde la terminal de ferries son tan sólo unos 10 minutos andando.
Licenciada en Traducción e Interpretación con inglés y japonés (UAB) con estudios especializados en la Universidad de Estudios Extranjeros de Kioto (KUFS) y Máster en Estudios de Asia Oriental (UOC). En la actualidad es cofundadora y directora de Japonismo, medio especializado en Japón líder en español donde escribe artículos sobre Japón y copresenta los pódcasts "Japón a Fondo" y "Japonesamente" centrados en cultura japonesa y viajes a Japón. Además, ha publicado dos libros "Japonismo. Un delicioso viaje gastronómico por Japón" y "Japón en imágenes" (Anaya Touring). Laura imparte clases de literatura japonesa, turismo, gastronomía japonesa, business en Japón y arte japonés en el Curso de Especialización en Estudios Japoneses (CEEJ) y ha impartido varios cursos en distintas organizaciones como el curso "Japón y las cuatro estaciones" en Casa Asia, la masterclass sobre "Protocolo japonés" en la Universitat Ramon Llull (Blanquerna) o el curso de digitalización de competencias para el grado de Estudios de Asia Oriental de la Universidad de Málaga.