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A mediados de agosto se celebra en Japón el Obon (お盆) o festividad de los muertos. Esta fiesta se basa en la tradición budista de los farolillos, que también puedes ver en otros países asiáticos.
La conmemoración y el culto a los antepasados es algo común a muchísimas culturas. El Día de Todos los Santos en España, el Día de Muertos en México o incluso el origen del Halloween anglosajón. Sin embargo, en el caso japonés tiene una connotación mucho más positiva, parecida a la de México, que hacen del Obon una de las celebraciones más importantes del calendario japonés.
Farolillos de la celebración Toro Nagashi en Asakusa, típica de Obon
El bon, que a menudo verás escrito con una o- honorífica delante, se celebra el 15 de agosto, según el calendario solar o el 15 de julio, según el calendario lunar. Más adelante te hablamos de diversos festivales de Obon en varias ciudades japonesas.
El Obon en nuestro podcast
Si te gusta más el formato podcast, estás de suerte. En nuestro podcast Japonesamente tenemos un episodio dedicado al Obon en el que te contamos todo lo que que necesitas saber. Su significado, sus tradiciones, los bailes, los mejores festivales…
Se dice que sólo en Obon se permite salir a los difuntos del otro mundo y reunirse con sus familiares. Por tanto, las ceremonias en honor de los ancestros, familiares y amigos fallecidos en el pasado, especialmente durante el año en curso, son celebradas en templos y casas particulares.
Por esa razón, los japoneses vuelven a sus casas, limpian las tumbas de sus fallecidos, hacen ofrendas en el altar familiar, bailan y se juntan todos porque durante el Obon los espíritus de los fallecidos vuelven al mundo de los vivos.
Shoryo-uma, típico del Obon
Cuándo se celebra el Obon
El Obon se celebra tradicionalmente entre el 13 y 16 de agosto, aunque puede celebrarse en julio según el calendario que se use (lunar o solar)
“Shichigatsu Bon” (Bon de julio) se basa en el calendario solar y se celebra sobre el 15 de julio en la zona este de Japón (por ejemplo, Tokio, Yokohama y Tohoku). Por eso verás festivales de Obon en Tokio, por ejemplo, que se celebran en julio.
“Hachigatsu Bon” (Bon de agosto) se basa en el calendario lunar y se celebra el 15 de agosto en el resto del país.
“Kyureki Bon” (antiguo Bon) sigue la fecha tradicional del Obon, que es el día 15 del mes 7 del calendario lunar, así que la fecha varía (entre el 8 de agosto y el 7 de septiembre).
Y aunque se habla de la festividad de los muertos, hay que dejar claro que el Obon no es una festividad tétrica o triste. Es un periodo de alegría y reencuentro con los familiares fallecidos, es por ello que se considera la gran celebración de la “continuación de la vida”.
De hecho, durante el Obon, los espíritus de los fallecidos reciben sus comidas favoritas, hogueras, bailes animados… todo antes de volver al mundo de los muertes a través de un río de lamparillas (toro nagashi) que flotan en el río. Al final, es un momento de unión y, aunque acaba, la despedida no es amarga porque se les vuelve a ver al año siguiente.
El Obon es tan popular que, aunque no es festivo nacional, mucha gente toma vacaciones en estas fechas. Por eso, cualquier medio de transporte suele estar muy lleno… Esto es especialmente cierto con trenes limited express y shinkansen, algo que hemos vivido en primera persona en varias ocasiones. ¡Tenlo en cuenta a la hora de viajar!
Toro Nagashi de Asakusa, con la Skytree de fondo
Fuegos Mukaebi
Los rituales del Obon comienzan el 13 de agosto con una hoguera o fuego de bienvenida llamado mukaebique guiará a los espíritus hacia el mundo de los vivos. A menudo, en vez de una hoguera es típico encender farolillos en las casas y lugares públicos, con la esperanza de poder guiar a los espíritus de los difuntos hacia ellas.
Algunos de esos farolillos son hechos especialmente para la ocasión (como por ejemplo los que se colocan en el cementerio Higashi Otani de Kioto).
Farolillos por Obon en cementerio japonés
Farolillos de Obon en el cementerio Higashi Otani
Haka Mairi
En Obon, las familias visitan los cementerios, una tradición llamada haka mairi, y limpian las tumbas de sus seres queridos. Tradicionalmente, las tumbas se limpian echando agua con unos cubos que hay en el cementerio.
El agua es siempre sinónimo de pureza y purificación (recuerda que también se usa para purificarte antes de entrar a un santuario o templo). Además, se hacen ofrendas de comida y flores y se prenden velas e incienso.
Altar de Obon
En el interior de las casas y delante del butsudan (el altar familiar budista) se coloca una “altar de los espíritus” llamado shoryo-dana. Enfrente se coloca una mesa en la que se sirven pequeñas porciones de los platillos favoritos de los difuntos, como arroz, verduras, frutas o pasteles.
Las ofrendas varían según cada casa y según el gusto de cada difunto. No obstante, nunca hay ni pescado ni carne, siguiendo el precepto budista de rechazar el sacrificio de animales.
Eso sí, es muy típico añadir a esas ofrendas un platillo de rakugan, unos dulces de azúcar y almidón de arroz con forma de frutas y flores de loto. Pero también habrá mochi, senbei… Y básicamente lo que quiera preparar la familia.
Además, como decoración, habrá siempre una berenjena y un pepino que darán forma a los llamados «caballos de los espíritus» o Shoryo-uma.
El pepino, con su cuello largo y elegante, simboliza el caballo que trae en el viaje de ida de los antepasados. Mientras que la berenjena, más regordeta y robusta, simboliza la vaca o buey en el tranquilo viaje de regreso al mundo de los fallecidos.
Ofrendas en el altar butsudan durante el Obon
Los bailes Bon Odori
El bon odori es el baile típico de esta festividad y tuvo su origen como un baile popular religioso para dar consuelo a los espíritus de los difuntos. Suele ser bailado tanto por hombres, como mujeres e incluso niños.
El baile se suele celebrar normalmente en templos o santuarios que tienen acceso a ríos o al mar, o en otros sitos habilitados para la ocasión. La gente baila durante toda la noche alrededor de una especie de torre erigida especialmente para la ocasión, en círculos y repitiendo una y otra vez los movimientos del baile.
Cada región tiene sus bailes y músicas característicos, pero de todos los Bon Odori que hay en Japón, te recomendamos tres importantes:
Gujo Odori en Gujo (Gifu): Los bailes duran 32 noches, desde mediados de julio a comienzos de septiembre. En los cuatro días de Obon, del 13 al 16 de agosto, los bailes duran toda la noche. La participación está abierta a todo el mundo.
Awa Odori en Tokushima (Shikoku): Se celebra del 12 al 15 de agosto y atrae a más de 1,3 millones de turistas cada año. En Tokio, también se celebra en Koenji con 10 000 participantes (ultimo fin de semana de agosto).
Nishinomai Bon Odori (Akita): Se celebra del 16 al 18 de agosto en Ugo, Akita y tiene más de 700 años de historia. Los participantes esconden sus caras bajo unos sombreros tradicionales en forma de media luna.
Y aunque no es específicamente un Bon Odori, queremos recomendarte también el festival Yamaga Toro Matsuri. Todos los años, entre el 15 y 16 de agosto, mil mujeres con farolillos Yamaga en la cabeza, bailan bailes Bon… ¡es todo un espectáculo!Si estás en la isla de Kyushu, no te lo pierdas.
Bailes de Obon en el festival Gujo Odori de Gujo-Hachiman
Asimismo, también te recomendamos:
Zojoji Bon Odori (Tokio): Del 13 al 16 de julio se celebra en el templo Zojoji, a los pies de la torre de Tokio, este precioso Bon Odori. Más información y horarios en la web del templo.
Ebisu Bon Odori (Tokio): Se celebra todos los años a finales de julio en la zona de Ebisu, puedes confirmar fechas en la página web. Es un gran bon odori, pero con un ambiente muy tradicional. ¡Súper recomendado!
Nakano Bon Odori: Uno de los mayores Bon Odori de Tokio. Se celebra a la salida de la estación de Nakano del el primer fin de semana de agosto (en 2023, el 5 y 6 de agosto).
Bon Odori del Noryo Matsuri en el santuario Kanda Myojin (Tokio): Durante cuatro días (normalmente de jueves a domingo en el segundo fin de semana de agosto) durante el festival de verano hay bailes Bon abiertos a todos.
Fuegos Okuribi y Toro Nagashi
El 16 de agosto (o julio, si se usa el calendario solar) se ofrecen bolas de arroz glutinoso (dango) y se encienden pequeñas hogueras o farolillos para guiar a los espíritus de vuelta a su mundo. De hecho, okuribi significa «fuego que envía (de vuelta)».
Tanto en las casas como en lugares públicos, es común ver farolillos colgados de casas, ventanas y puertas. Y especialmente se celebran muchos festivales con fuegos de despedida y farolillos para acompañar a los espíritus de vuelta a su mundo.
Un ejemplo fantástico de estos fuegos de despedida u okuribi es el festival Gozan no Okuribi, también conocido como Daimonji, que se celebra la tarde del 16 de agosto cuando se queman cinco fuegos en las montañas colindantes a la ciudad de Kioto.
Daimonji principalFuego «ho» del festival Daimonji
El Obon acaba, como ya decíamos al comienzo, con el Toro Nagashi, un rito por el cual se hacen flotar farolillos con una vela dentro en los ríos o en el mar con la esperanza de guiar a los espíritus de vuelta al otro mundo.
El ambiente que crean estos farolillos es precioso, desde un punto de vista estético y también por su significado. Porque la gente se despide de sus antepasados, con los que ha compartido unas horas, hasta el Obon del año siguiente.
De los múltiples Toro Nagashi que hay por todo Japón, destacamos cuatro:
Toro Nagashi del río Sumida (Asakusa): Se celebra en la zona del parque Sumida, desde la terraza Shinsui situada cerca del puente Azuma-bashi. Ofrece un espectáculo muy bonito, porque es precioso ver los farolillos por el río Sumida con la torre Skytree de fondo. Se suele celebrar el sábado más cercano a Obon, a mediados de agosto. Es gratuito, aunque los farolillos cuestan 1500 yenes.
Toro Nagashi de Arashiyama (Kioto): Se celebra todos los años el 16 de agosto en la zona del parque Nakanoshima, sobre el río Katsura. Ese mismo día se celebra el festival Gozan no Okuribi o Daimonji. Desde Arashiyama puedes disfrutar de los dos eventos a la vez, viendo el “toriigata” y los farolillos a la vez. Este festival se instauró de manera oficial en 1949, para recordar a los espíritus de los fallecidos en la guerra. Es gratuito, aunque los farolillos cuestan 1000 yenes y vienen con una tablilla de madera llamada “mizutoba” en la que puedes escribir los nombres de tus antepasados.
Toro Nagashi de Hiroshima: Se trata de uno de los Toro Nagashi más especiales, porque se celebra el 6 de agosto en el aniversario de la bomba atómica. La gente deja en el río Motoyasu cientos de farolillos que la corriente poco a poco se va llevando. Estos farolillos se sueltan en el río a la altura del Genbaku Dōmu o Cúpula de la Bomba Atómica. Es gratuito, aunque los farolillos cuestan 800 yenes.
Toro Nagashi en Hiroshima el 6 de agosto de cada año
Otros festivales de Obon
Existen otros muchos festivales de Obon por todo el país, aparte de los ya mencionados. De todos ellos, destacamos dos más:
Festival Shoro Nagashi de Nagasaki: Se celebra la noche del 15 de agosto. Para la ocasión, familiares y amigos de los fallecidos ese año construyen barcos de bambú, cedro y paja llamados shōrōbune que luego arrastran en procesión por las calles de Nagasaki para acompañar a los espíritus de los difuntos de nuevo a su mundo. Lo curioso del festival es el estruendo: se queman miles de petardos durante la procesión al grito de doi-doi para despedir a los espíritus de los difuntos… ¡muy curioso!
Mitama Matsuri (Tokio): Desde 1947, se celebra del 13 al 16 de julio en el santuario Yasukuni. Y es que en Tokio es habitual celebrar el «Shichigatsu Bon» u Obon en julio. Para la ocasión, se colocan más de 30 000 farolillos de papel en el camino de acceso al santuario. Hay mikoshi, desfiles, conciertos, bon odori, puestos de comida… y miles de personas :)
Licenciada en Traducción e Interpretación con inglés y japonés (UAB) con estudios especializados en la Universidad de Estudios Extranjeros de Kioto (KUFS) y Máster en Estudios de Asia Oriental (UOC). En la actualidad es cofundadora y directora de Japonismo, medio especializado en Japón líder en español donde escribe artículos sobre Japón y copresenta los pódcasts "Japón a Fondo" y "Japonesamente" centrados en cultura japonesa y viajes a Japón. Además, ha publicado dos libros "Japonismo. Un delicioso viaje gastronómico por Japón" y "Japón en imágenes" (Anaya Touring). Laura imparte clases de literatura japonesa, turismo, gastronomía japonesa, business en Japón y arte japonés en el Curso de Especialización en Estudios Japoneses (CEEJ) y ha impartido varios cursos en distintas organizaciones como el curso "Japón y las cuatro estaciones" en Casa Asia, la masterclass sobre "Protocolo japonés" en la Universitat Ramon Llull (Blanquerna) o el curso de digitalización de competencias para el grado de Estudios de Asia Oriental de la Universidad de Málaga.