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Omamori, amuletos japoneses

El omamori, un popular amuleto japonés

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El omamori (御守 / お守り) es un popular amuleto japonés que puedes encontrar en templos y santuarios japoneses. Su objetivo fundamental es, como buen amuleto, proteger y dar fortuna a los que lo llevan. Y además sirve maravillosamente como autorregalo o regalo para amigos y familiares.

Su nombre proviene del verbo mamoru —que significa proteger, cuidar, defender— junto con el honorífico o-. Según la creencia, este amuleto evita los accidentes, mejora la salud, te ayuda en el amor o a aprobar los exámenes, entre otras cosas.

Por eso, los japoneses llevan los omamori en muchos sitios, desde el bolsillo, el bolso, el coche o hasta colgado del móvil.

Distintos amuletos omamori
Distintos amuletos omamori

Origen y descripción del omamori

Este tipo de amuleto surgió en el siglo XVII y, si bien en el pasado estaban hechos de madera o de papel —similar al ofuda actual, que sigue siendo de madera o papel—, hoy en día están hechos de tela y tienen forma de bolsa rectangular.

La bolsa, llamada omamori-bukuro, normalmente está hecha de seda de colores vivos. En su parte trasera el nombre lleva bordado el nombre del santuario donde se ha comprado y, por delante, algún detalle del santuario o templo. Puede ser el salón principal, algún detalle específico o, incluso, figuras de cultura popular en los más modernos.

En su interior, y siempre cerrado a la vista, hay una inscripción rectangular que puede estar hecha en papel, cartón o incluso de una fina lámina de madera. Esta inscripción lleva el nombre de la deidad protectora según el tipo de omamori, así como una oración escrita o bendecida por un monje.

Omamori y Ofuda en el podcast

Si quieres saber los orígenes históricos y los tipos de omamori y ofuda, dos amuletos de protección japoneses, pero en formato podcast, estás de suerte, porque le dedicamos un episodio en Japonesamente. ¡Dale al play!

Tipos de omamori

Si bien hay omamori generales, que te protegerán en general de cualquier situación negativa, también hay omamori específicos. Estos tienen su deidad concreta que sirve para protegerte o ayudarte en situaciones específicas.

Omamori y otros amuletos japoneses en el santuario Yatsurugi de Kisarazu, Chiba
Omamori y otros amuletos japoneses en el santuario Yatsurugi de Kisarazu, Chiba

En muchos templos y santuarios hay explicaciones en inglés, pero por si acaso, aquí tienes una explicación de alguno de los omamori más habituales junto con su nombre en japonés:

  • Buena suerte, fortuna (開運, kaiun): omamori muy general, que simplemente busca darte un extra de buena suerte o de fortuna. Es perfecto para regalar o para ti mismo, si no tienes requisitos específicos de protección.
  • Alejar todo mal (厄除け, yakuyoke):  omamori también general y, en este sentido, muy parecido al anterior. En este caso, éste funciona justo al revés, ya que simplemente busca alejar todo mal de tu vida.
  • Felicidad (幸せ, shiawase)omamori que busca conseguirte la felicidad, ni más ni menos.
  • Seguridad vial (交通安全, kōtsū-anzen): es el omamori perfecto para conductores y viajeros, que busca protegerte de todo tipo de accidentes. Ideal para regalar a personas que usen transporte público a diario o a quienes trabajan con vehículos a diario o se tienen que desplazar en ellos con frecuencia.
  • Dinero (金運, kin’un): omamori para ganar dinero, en el sentido amplio de la palabra (que te suban el sueldo, que tu negocio haga más dinero, etc.)
  • Amor (縁結び, en-musubi): omamori que tiene un doble objetivo: encontrar pareja y dar suerte en el matrimonio. Así, es perfecto si estás soltero y quieres encontrar pareja o ya tienes pareja y buscas afianzar la relación. En el primer caso normalmente se venden de manera individual, mientras que en el segundo caso suelen venderse de dos en dos (con imágenes que se complementan).
  • Parto sin complicaciones (安産, anzan): omamori perfecto para embarazadas, para que tengan un buen embarazo y un parto sin complicaciones. La tradición marca que las mujeres que compren este artículo deben colocarlo cerca del vientre, para que también esté en contacto con el feto.
  • Éxito en los estudios (学業成就, gakugyō-jōju): un omamori perfecto para estudiantes, que busca dar suerte en los estudios y en los exámenes. Si tienes un amigo o conocido que debe enfrentarse a un examen complicado, éste es el regalo perfecto (además de decirle que coma un katsudon antes del examen).
  • Salud (健康, kenkō): omamori que protege de las enfermedades para asegurar una vida llena de salud.
  • Recobrar la salud (病気平癒鵜, byouki heyu). Si bien el anterior es un omamori genérico para vivir con salud, este omamori sirve para recuperarte rápidamente después de una enfermedad, un accidente, etc. Si tienes un amigo o conocido enfermo o en recuperación, éste sería un regalo perfecto.
  • Prosperidad en los negocios (商売繁盛, shōbai hanjō): omamori perfecto para conseguir éxito en un negocio y cuidar así tu situación laboral y económica.
  • Salud y bienestar familiar (家内安全, kanai-anzen): omamori para traer paz y prosperidad al hogar familiar y a todos sus integrantes. En este caso, es más parecido al ofuda, ya que abarca a todo el hogar.

Estos son los más habituales, aunque depende del templo o santuario puedes encontrar omamori diferentes para cubrir las necesidades específicas de sus habitantes. 

Asimismo, en la actualidad hay algunos omamori modernos, con personajes de anime (especialmente si están relacionados de alguna manera con el templo o santuario). Un ejemplo es el que compramos en el santuario Yatsurugi en Kisarazu (Chiba).

Evolución del omamori

Tradicionalmente eran las miko, las doncellas del santuario (que hoy puedes ver con hakama rojo y kimono), las que hacían los omamori a mano. Sin embargo, con la popularización de estos amuletos y el incremento del turismo doméstico e internacional, esto ya no es factible.

Así, hoy en día los omamori (y otros amuletos) se producen en masa y luego se bendicen en templos y santuarios antes de ponerse a la venta. A través de un ritual, el amuleto omamori se convierte en un objeto sagrado, razón por la cual debe tratarse siempre con respeto.

Diversos omamori de nuestra colección personal, entre los que hay modernos, de Meoto-Iwa, del Kinkakuji y de Shimonoseki
Diversos omamori de nuestra colección personal, entre los que hay modernos, de Meoto-Iwa, del Kinkakuji y de Shimonoseki

En teoría, un omamori no debe abrirse jamás, porque de hacerlo perdería todo el efecto de protección. Si la bolsa del omamori se abre y su interior se expone al exterior, tendrías que comprar otro omamori para estar protegido. Y creas o no en que el omamori te protege, para los templos y santuarios es un objeto bendecido, por lo que merece que lo trates con respeto y sigas las indicaciones que dan de no abrirlo.

Un omamori dura toda la vida, aunque la tradición recomienda cambiarlo en Año Nuevo, justamente para comenzar el año desde cero (algo de extrema importancia en las creencias sintoístas). Es por ello que en Año Nuevo los japoneses acuden al templo a devolver sus amuletos viejos y a comprar nuevos para comenzar el año con buen pie. Luego, en ceremonias especiales a mediados de enero, los amuletos se queman para que el humo devuelva a las deidades esa bendición.

Dado que es un artículo sagrado que debe tratarse con respeto, no deberías tirar nunca un omamori a la basura. Si quieres deshacerte de uno, debe quemarse, idealmente en un santuario o templo, como símbolo de respeto.

Pero son muchos los japoneses que guardan omamori de sitios turísticos que han visitado u omamori que les han regalado en momentos puntuales de su vida y no los llegan a quemar jamás. Así que si te compras un omamori, tranquilo, puedes guardarlo en casa sin problemas ya que no estás rompiendo ninguna ley inamovible.

Puesto de amuletos en el santuario Jishu situado dentro del templo Kiyomizudera, Kioto.
Puesto de amuletos en el santuario Jishu situado dentro del templo Kiyomizudera, Kioto

Los omamori tienen doble función: por un lado, sirven para protegerte y atraer la buena fortuna y, por otro lado, sirven como ofrenda al santuario o templo. Esto es así porque la venta de omamori es una de las muchas formas que tienen los santuarios y templos japoneses de financiarse.

Y con la importancia que tienen los comienzos en Japón, no hay más que acudir a cualquier templo o santuario en los primeros días del año para ver la cantidad de dinero que se mueve comprando amuletos de todo tipo. En concreto, los omamori son perfectos porque, por su tamaño, los puedes llevar contigo de forma permanente.

Además, son perfectos como recuerdo o souvenir y también como regalo (se venden libremente a cualquier persona, sea cual sea la fe que profese, ¡sin problema!) y estamos seguros de que no podrás evitar comprarte uno (¡o más de uno!) en tu viaje a Japón.

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Laura
Laura

Licenciada en Traducción e Interpretación con inglés y japonés (UAB) con estudios especializados en la Universidad de Estudios Extranjeros de Kioto (KUFS) y Máster en Estudios de Asia Oriental (UOC). En la actualidad es cofundadora y directora de Japonismo, medio especializado en Japón líder en español donde escribe artículos sobre Japón y copresenta los pódcasts "Japón a Fondo" y "Japonesamente" centrados en cultura japonesa y viajes a Japón. Además, ha publicado dos libros "Japonismo. Un delicioso viaje gastronómico por Japón" y "Japón en imágenes" (Anaya Touring). Laura imparte clases de literatura japonesa, turismo, gastronomía japonesa, business en Japón y arte japonés en el Curso de Especialización en Estudios Japoneses (CEEJ) y ha impartido varios cursos en distintas organizaciones como el curso "Japón y las cuatro estaciones" en Casa Asia, la masterclass sobre "Protocolo japonés" en la Universitat Ramon Llull (Blanquerna) o el curso de digitalización de competencias para el grado de Estudios de Asia Oriental de la Universidad de Málaga.