Hoy traigo una costumbre de los estudiantes de instituto, que si leéis manga o veis anime, probablemente conocéis: la tradición que los chicos regalen el segundo botón de su chaqueta a las chicas después de la ceremonia de graduación.
En muchos institutos, el uniforme para los chicos es el gakuran (学ラン), un uniforme de estilo militar, introducido durante las reformas de la época Meiji, con cuello de estilo Mao y botones dorados con el emblema de la escuela.
Durante el mes de marzo, los estudiantes de secundaria de todo Japón celebran bonitas ceremonias de graduación, a las que acuden profesores, familiares y otros compañeros del instituto.
El día de la graduación, el chico regala el segundo botón de la chaqueta de su uniforme, llamado daini batan (第二ボタン), a la chica que quiere o a aquella que se lo pide (por ejemplo, muchas chicas piden el segundo botón a un senpai que les gusta o que ha sido alguien importante en su vida escolar).
Si el chico tiene muchas peticiones, dará el segundo botón a la chica que más le gusta pero también dará algo al resto: otros botones, accesorios que tenga en el uniforme, etc.
Hay quién dice que esta tradición nació durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los soldados que se marchaban a la guerra regalaban el segundo botón de su uniforme a sus esposas y amantes como recuerdo, pues sabían que no regresarían con vida. Otros dicen que la tradición se popularizó con la publicación de una novela de Takeda Taijun, en la que había una escena donde se regalaba el mencionado segundo botón.
Sea como sea, ¿por qué el segundo botón?
Hay quién dice que los soldados escogían ese segundo botón porque era el que menos se notaba si faltaba (y así evitar reprimendas de sus superiores o que la chaqueta se les abriera demasiado y perdiera su forma), mientras otros apuntan a una teoría más romántica (que es la que tienen en mente actualmente esos estudiantes de instituto que regalan los segundos botones de sus gakuran): el segundo botón es el más cercano al corazón, por lo que obtenerlo es como una metáfora de obtener el corazón de esa persona, es una confesión, es un objeto que lleva consigo no sólo el afecto de esa persona, sino también todas las experiencias y alegrías que ese estudiante ha ido acumulando durante sus años en el instituto.
¿Qué os parece la tradición? A mí me parece muy bonita, qué queréis que os diga, imagino la felicidad adolescente de las chicas recibiendo el botón de ese chico que les gusta y guardándolo como un recuerdo de su juventud y su época de instituto.
Será que soy una romántica :)