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Los modernos inodoros japoneses de tipo washlet son una de esas curiosidades japonesas que todo el que viaja al país por primera vez está deseando probar.
Pero este deseo suele ir acompañado de una cierta ansiedad, porque la cantidad de botones y funcionalidades existentes asusta. Además de que, en algunos casos, esos retretes con bidé integrado no tienen información en inglés.
Sin embargo, Japón no siempre fue tan moderno en lo referente a los inodoros. De hecho, las letrinas y retretes tradicionales japoneses son bastante arcaicos y, en algunos casos, incluso sucios. Pero cuando la compañía Toto inventó el Washlet, comenzó una revolución higiénica en el baño.
Tal es así que la compañía, con sede en Kitakyushu, se ha convertido en el fabricante número 1 mundial de inodoros. Y cada día salen de su fábrica alrededor de 1300 unidades de unos 80 productos diferentes. Otras marcas que fabrican este tipo de inodoros y que seguro que verás en Japón son Inax, Toshiba o National (de Panasonic).
Moderno inodoro washlet en el hotel Risonare Atami
Tipos de inodoros en Japón
Pero antes de hablar del washlet, merece la pena hablar brevemente de los inodoros que puedes encontrar en Japón. Además, te contamos los nombres que reciben los baños en Japón, para que puedas reconocerlos o preguntar por ellos.
Uno de los términos más comunes en Japón para el baño o WC es toire (トイレ), que viene del inglés toilet. Por eso, si no sabes dónde está el baño en un restaurante o establecimiento, puedes preguntar toire wa, doko desu ka? («¿dónde está el baño?»).
Controles muy sencillos para un washlet de National
Otra palabra que puedes encontrar a menudo es otearai (お手洗い), que significa «lavarse las manos». Aunque la palabra no hace mención al uso típico del inodoro, es un eufemismo. De esta forma, si prefieres esta palabra, también puedes preguntar por su localización: otearai wa, doko desu ka?
Y una de las curiosidades de Japón que siempre sorprenden es el uso de zapatillas específicas para el baño. Estas zapatillas las verás cuando entres al baño y sólo las puedes usar allí. La idea es separar los ambientes y no sacar la suciedad del baño al resto de la casa. Esto se sigue haciendo aunque el baño esté impoluto. Así que no uses nunca las zapatillas del baño para caminar por el resto de la casa.
El washlet japonés en el podcast
Si quieres saberlo todo sobre el washlet, los modernos retretes con bidé japoneses, pero te gusta el formato podcast, estás de suerte, porque le dedicamos un episodio en Japonesamente. ¡Dale al play!
La letrina turca o también llamada inodoro asiático es el tipo de inodoro tradicional japonés o washiki (和式). Consiste en una especie de orinal alargado de porcelana con un cazo de forma hemisférica en un extremo, bastante típico en otros países asiáticos.
Para usarlo tienes que agacharte y ponerte en cuclillas, mirando siempre hacia ese cazo. Cuando terminas y activas la cisterna, el agua se lleva los residuos. Algunos modelos modernos incluyen incluso chorros para limpiar el trasero, aunque no la parte delantera en el caso de mujeres.
Letrina moderna de estilo tradicional, con cisterna
Cuando visitas Japón ves que es bastante frecuente ver a los japoneses agachados y en cuclillas mientras esperan. Es decir, es una postura que les resulta cómoda y que usan desde pequeños. Pero muchos visitantes no asiáticos tienen problemas para mantener el equilibrio, además de que puede resultar incómodo usarlo así.
Este tipo de urinarios se pueden usar de pie, si sólo deseas orinar. El problema viene cuando necesitas usarlos para otras cosas y la única opción es ponerte en cuclillas. Por eso, en muchos centros comerciales, estaciones y lugares públicos este tipo de inodoros conviven con inodoros de estilo occidental.
En algunas estaciones pequeñas y antiguas, en pueblos remotos, o en templos y santuarios también pequeños, es posible que sólo encuentres inodoros de este tipo.
Inodoros de estilo occidental
La categoría de inodoros de estilo occidental o yoshiki (洋式) cubre el resto de inodoros que verás en Japón. Esto incluye los urinarios en los lavabos para hombres aunque, curiosamente, durante un tiempo también los usaban las mujeres.
Lavabos públicos con inodoros de estilo japonés (izquierda) y occidental (derecha)
Pero principalmente en esta categoría encuentras los inodoros que se usan sentados. Estos inodoros se han popularizado muchísimo y hoy en día casi todos los hogares japoneses tienen inodoros de estilo occidental.
Washlet con cisterna y lavado de manos (Imagen: Toto)
Dentro de los inodoros de estilo occidental hay muchos todavía que no son de tipo washlet. Es decir, en muchos casos encontrarás inodoros como los que puedes ver en Europa y América. Aunque, generalmente, tienen un detalle que sorprende. Y es que muchos incluyen un pequeño lavabo sobre la cisterna. Así, después de usar el inodoro puedes lavarte las manos con el agua que se usará para el siguiente uso. Eso sí, ¡no se te ocurra beber de esa agua!
El siguiente tipo de inodoro de estilo occidental —porque se usa sentado— son los modernos washlet. Es curioso que estos inodoros entren en la categoría occidental porque son una invención japonesa. Y son los japoneses los que usan más este tipo de inodoros tecnológicos.
De entre estos existen algunos modelos que sólo incluyen el asiento, la tapa y la varilla para pulverizar agua. Con este tipo de sistemas no hace falta que compres el inodoro completo, ya que puedes usar el que ya tengas en casa.
Otros tienen funciones básicas de bidé e incluyen cisterna y aún los verás en muchos lugares. Pero también encontrarás algunos que ni siquiera tienen cisterna y que cuentan además con todas las comodidades imaginables de las que hablamos más adelante.
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Hace unos años, entrar al baño en un restaurante o en la habitación de hotel en Japón sorprendía mucho más. Y es que hoy en día la imagen —y hasta vídeos— de este tipo de inodoros se han multiplicado. Así, cualquier viajero sabe más o menos qué puede esperar.
Pero lo cierto es que no hay nada como la experiencia personal y ésa es incomparable. Se puede contar a otros cómo es uno de estos inodoros pero hay que probarlo para entenderlo de verdad.
Hablamos de inodoros en todo momento para facilitar la lectura. Pero como ya hemos dicho al principio, en realidad se trata de una innovación que incluye bidé en el propio inodoro. Es decir, que además de poder hacer nuestras necesidades, nos limpia gracias al uso de una varita que pulveriza agua templada allí donde se necesita.
Los primeros inodoros de porcelana en Japón
Todo esto comienza cuando Kazuchika Okura viaja a Europa en 1903. Hablamos de un momento de fuerte modernización en Japón, para ponerse al mismo nivel que las potencias occidentales. Okura quedó impresionado sobre todo con los inodoros de porcelana, que no existían en Japón. Fue entonces cuando decidió que todos los hogares japoneses deberían tener algo así.
Por aquel entonces, lo típico en Japón eran retretes que se usaban en cuclillas o inodoros de madera. Y, por supuesto, sin ningún sistema de gestión de aguas residuales. Por eso, una vez ya en Japón, Okura crea en 1912 un laboratorio para desarrollar el tipo de porcelana como la que ya se usaba en Europa y Estados Unidos.
Las letrinas tradicionales japonesas, sin desagüe, cisterna y para usar en cuclillas
Este laboratorio fue el precursor de la compañía Toyo Toki o «porcelana oriental», creada por el propio Okura en 1917. Posteriormente, de aquel nombre surgió la abreviatura Toto, que es el nombre actual de la compañía. Pero la intención de Okura no era simplemente copiar lo que había visto en sus viajes por Europa. Okura quería superar a los productos europeos en calidad y que, además, respondieran a las necesidades del mercado.
Los primeros productos de Toto, de hecho, fueron simplemente inodoros de porcelana. Eso sí, en un país que no tenía este tipo de inodoros, mucho más higiénicos y fáciles de limpiar, esto supuso un cambio importante en la vida cotidiana de los japoneses. Un cambio que al principio costó porque la sociedad japonesa de entonces era fundamentalmente agraria y los desechos humanos se reciclaban como fertilizantes. Aquella idea de eliminar esos residuos sin más a muchos japoneses no les convencía.
De hecho, inicialmente Toto no consiguió vender sus inodoros porque todos llevaban cisterna. Y sin un sistema de gestión de aguas residuales, no tenían mucho sentido. Pero Okura no se rindió y siguió mejorándolos e innovando.
Inodoro tradicional japonés en el primer shinkansen de la serie 0
Años más tarde, cuando Japón comenzó a mejorar las infraestructuras civiles y a instalar sistemas de gestión de aguas residuales, la demanda de este tipo de inodoros se disparó. Pero el Washlet aún estaba por llegar y, de hecho, incluso en los primeros trenes bala, los inodoros seguían siendo de estilo tradicional japonés.
La invención del Washlet
No fue hasta 1980 cuando la compañía creó el Washlet. Este producto supuso una verdadera revolución, porque los baños japoneses casi siempre tienen separado el inodoro de la zona con la bañera. Así, el WC es siempre demasiado pequeño como para añadir un bidé. Sólo en business hotels el inodoro está integrado en el baño.
La posibilidad de poder usar el inodoro y luego lavarse con un bidet de alta tecnología integrado fue rompedor. Y en algunos casos, gracias a incluir secador, no se necesitaba ni siquiera papel para secarse.
Para dar nombre a este producto Toto combinó los términos wash, del inglés «lavar» y let, que venía de let’s play o «juguemos». Lo cierto es que el término Washlet es una marca registrada por la compañía, pero el nombre se ha convertido es casi un estándar. Así, aunque hoy en día hay otros fabricantes de inodoros con bidé integrado, en la mente de los japoneses todos ellos son washlet.
El Washlet original de 1980 (Imagen: Toto)
Toto hacía tiempo que jugaba con la idea de integrar el bidé con el inodoro. De hecho, llevaba años importando un bidé de Estados Unidos, calefactado y con agua templada, que luego vendía con su marca. Pero este bidé, que inicialmente era un dispositivo médico, no era perfecto. Uno de los primeros motivos era que la boquilla por la que salía el agua era fija y se quería que fuera ajustable.
Pero además estaba el problema del control de la temperatura del agua, el más importante. El tanque de agua para las funciones de bidé era muy pequeño y el agua se enfriaba con rapidez. Y como puedes imaginar, un chorro de agua fría en tus partes nobles no es muy agradable.
Así que en Toto se dieron cuenta de que tenían que empezar desde cero y desarrollar sus propios sistemas de bidé. Por eso, en diciembre de 1978 Hisashi Motomura se puso al frente del equipo de desarrollo de productos con la ayuda de cuatro jóvenes ingenieros. El equipo le dedicó horas y horas de pruebas para las que tuvieron que perder la vergüenza. Porque para probar y adquirir datos consistentes, tuvieron que bajarse los pantalones y probar de forma real el primer prototipo. Y mientras, ahí sentados, comprobaban el efecto de diferentes temperaturas del agua.
Todo el equipo pasó por el mal trago y, a base de prueba y error, llegaron a la conclusión de que 38 ºC era la temperatura ideal, ligeramente por encima de la temperatura corporal normal. Esto ya fue un logro, claro, pero faltaba por encontrar aún la manera de conseguir que la temperatura fuera constante.
Esta tarea recayó en otro ingeniero, Shigematsu Toshifumi, que diseñó un tanque con un calefactor integrado. Este calefactor se colocaba en el lateral del asiento del inodoro y resolvía el problema. El nuevo problema, entonces, fue el de cómo evitar los cortocircuitos por el contacto del agua del inodoro con los componentes electrónicos.
Shigematsu se dio cuenta de que los semáforos funcionaban con corriente alterna, como su calefactor. Y siempre estaban en funcionamiento, lloviera o hiciera sol. Así que se fue a hablar con un fabricante de componentes para semáforos y vio que recubrían con goma los circuitos impresos. Esto le dio la idea de recubrir de la misma forma toda la circuitería del inodoro, para aislarla del agua.
El siguiente problema que hubo que solucionar fue conseguir que la varilla que pulverizaba agua fuera ajustable. El desafío era decidir la extensión correcta para que el chorro de agua alcanzara su objetivo, independientemente de la morfología de cada usuario.
Para esto no bastaba con probar con los ingenieros involucrados en el desarrollo del Washlet, pues eran muy pocos. Así que consiguieron la ayuda de 300 compañeros de trabajo para poder tomar medidas reales. Y tras 4 meses de recogida de datos por fin encontraron la posición óptima para la varilla.
Washlet japonés en el baño. Como puedes ver, el espacio es muy limitado en muchos casos
Entonces tuvieron que resolver el siguiente desafío: hacer la varilla retráctil. Porque si se quedaba fija y extendida se podía ensuciar. Por eso decidieron que era indispensable que se retrajera en el asiento entre usos. Para ello salieron a la calle a ver si se inspiraban, buscando ideas. La inspiración les llegó viendo las antenas de radio telescópicas de los coches. De hecho, compraron una y la desmontaron para ver cómo funcionaba y de ahí hicieron prototipos.
En junio de 1980, dos años después de crear el grupo de trabajo, el Washlet estaba listo para su presentación en sociedad.
Evolución del Washlet hasta el Neorest NX
Desde 1980 el concepto original ha ido mejorando, usando cada vez menos agua y añadiendo cada vez más tecnología. Así, se ha hecho más sostenible y al mismo tiempo ha mejorado la experiencia de usuario mucho más.
El cénit de los inodoros llegó en 2017, con motivo del centenario de la compañía, cuando se lanzó el Neorest NX1. El desafío para este aniversario era encontrar un diseño diferente en porcelana que integrara todas las innovaciones tecnológicas en un único producto. La compañía estuvo buscando inspiración varios meses y, finalmente, se decidieron por un diseño con curvas delicadas y orgánicas.
La intención era que, por primera vez, un inodoro se pudiera mostrar sin vergüenza y no desentonase con la decoración del hogar. Y, por supuesto, que resultara atractivo para clientes de fuera de Japón. Según Toto, en Europa se presta más atención al diseño que a la funcionalidad y por ello trataron de aunar tecnología y diseño. Eso sí, el único problema era el precio y es que el Neorest NX1 cuesta unos 665 000 yenes.
Washlet Neorest NX2 (imagen: Toto)
Recientemente, en la feria CES de Las Vegas de 2020, Toto presentó el modelo Neorest NX2. Este modelo es una evolución del NX1 con aún más innovaciones. La principal era la inclusión de una luz ultravioleta que ayuda a acelerar la descomposición de la materia orgánica. De esta forma, no sólo los restos se eliminan con más facilidad sino que también el inodoro se mantiene más limpio.
Pero si en 2017 el precio del Neorest NX1 ya era caro, el NX2 salió al mercado por más de 17 000 dólares (o 1,8 millones de yenes). Por suerte, hay otros inodoros con bidé integrado mucho más asequibles, aunque desde luego no tan bonitos.
Inodoros sin cisterna
En 1988 la compañía creó un proyecto para mejorar el inodoro. Este proyecto buscaba combinar la taza, el asiento y la cisterna en una única estructura. El principal problema estaba en controlar el flujo de agua. Y es que en un inodoro con cisterna se usaban 13 litros de agua en cada descarga, que fluía por efecto de la gravedad por dos canales, uno en el borde y otro a través del sifón del inodoro.
Pero en un inodoro sin cisterna el agua no cae por gravedad, sino que depende de la presión de la tubería conectada al inodoro. Pero la presión no es la misma en todos los lugares de una casa y, si es demasiado baja, el flujo de agua no es lo bastante rápido. Y sin esa rapidez entonces no tiene la fuerza suficiente para empujar los residuos al sifón. Para superar esto hubo que volver a innovar.
Inodoro washlet sin cisterna y con tapa y asiento automáticos
El ingeniero Ota Yoshiki midió presiones y volúmenes de agua en muchas casas. Y vio que variaban mucho más de lo que se esperaba, a pesar de existir un estándar nacional. Entonces, junto a su equipo, crearon una válvula secuencial controlada electrónicamente para gestionar el flujo de agua. Gracias a este sistema se consiguió que el flujo de agua fuera siempre el adecuado. Eso sí, este sistema tardó 3 años en estar disponible. Y en 1993 Toto lanzó el Neorest EX, el primer inodoro sin cisterna del mercado.
Tornado flush para eliminar el borde
Conseguido esto, el siguiente aspecto a mejorar fue eliminar el borde, que es la parte más sucia del inodoro. El responsable de este proyecto fue el ingeniero Nakamura Kenichi, a cargo del departamento de Hidrodinámica de Toto. Hasta ese momento, los clientes de Toto consideraban que los bordes se manchaban y eran difíciles de limpiar, por lo que la satisfacción no llegaba a ser completa.
Pero claro, el flujo de agua en la zona del borde es crítico para un inodoro sin cisterna. ¿Cómo eliminarlo sin disminuir la eficiencia del flujo de agua? Al equipo de Nakamura se le ocurrió lanzar el agua de forma horizontal por uno o dos orificios situados justo bajo el borde superior de la taza. Para ello crearon varios modelos de arcilla para encontrar la forma óptima del interior de la taza. Tuvieron que hacer muchas pruebas porque uno de los problemas era que, sin borde, el flujo de agua se salía del inodoro.
Controles bilingües de un inodoro washlet
Las pruebas duraron 4 años hasta que encontraron la forma adecuada del interior de la taza y el posicionamiento ideal de los orificios de salida del agua. Llamaron a este sistema tornado flush y Toto lo lleva usando desde entonces. Con este sistema, el agua fluye primero por el borde, luego por los laterales de la taza y finalmente, forma un remolino.
Una ventaja adicional de usar este sistema fue el ahorro de agua. Y es que con el tornado flush la taza seguía limpia usando un volumen menor de agua que circulase durante más tiempo. Así la cantidad de agua se redujo de 8 litros a 6 litros. Pero esto no quedó ahí, ya que los inodoros modernos con sistema de tornado flush sólo usan 3,8 litros de agua.
Además, en los modernos NX2 el flujo con tornado se ha cambiado de sentido. Así, el agua llega primero a la parte trasera de la taza, donde suelen estar la mayor cantidad de residuos, antes de que pierda fuerza.
Nueva porcelana más higiénica
La siguiente innovación llegó con las mejoras en los barnices aplicados a la arcilla. Kasahara Shingo creó la tecnología CeFiONtect. Esta tecnología usa varias capaz de barniz que se combinan unas sobre otras en el horno y dan como resultado un color blanco translúcido. Cuando el producto está listo, la capa exterior de la porcelana tiene menos impurezas. Esto hace que sea mucho más lisa y así los residuos se pegan menos.
Generalmente el barniz cerámico es muy suave pero, si se mira al microscopio, se ven impurezas. Y esto hace que la suciedad y los residuos se acumulen. Se buscó entonces tener una superficie mucho más lisa, con un barniz que tuviera incluso menos impurezas que el cristal. Para ello se crearon 2000 compuestos diferentes para experimentar. Y se fueron probando todos hasta dejar sólo unos pocos que finalmente se probaron en varios inodoros de prueba.
Washlet moderno de porcelana en una habitación de hotel
Se tardó un año en encontrar la composición precisa para el barniz perfecto. Pero cuando se logró, tenía una textura muy lisa y con propiedades hidrofóbicas que prevenían que los hongos se pegaran. De esta forma, en 1999 se empezaron a comercializar inodoros con esta tecnología. Hoy en día casi todos los productos de la marca lo llevan.
Limpieza de la varilla
La siguiente innovación surgió por la propia popularidad del washlet. Y es que en 1998 se habían vendido 10 millones de unidades, que en 2005 ya eran 20 millones. En 2008 se hizo una encuesta a un grupo de usuarias femeninas y los resultados fueron sorprendentes.
El 80 % de las usuarias usaban el washlet en casa pero nunca cuando salían. El motivo era el miedo que tenían de que la varilla y la boquilla por la que sale el agua estuvieran sucias. Esto era algo que no se había tenido en cuenta y era una preocupación legítima. Así que se propusieron darle solución.
Varilla de agua de un washlet. ¡Nunca lo hagas sin estar sentado! (Imagen: Toto)
Para ello Sato Minoru y su equipo comenzaron a investigar y a probar a añadir una corriente eléctrica al agua. Lo que hicieron fue conseguir un pequeño dispositivo de electrólisis que, usando el cloro del agua, obtenía lejía. Así, este dispositivo ayudaba a desinfectar la varilla que, además, se extendía y retraía al levantar la tapa, para mostrar que estaba limpia.
Este sistema también pulverizaba agua con lejía sobre la superficie interior de la taza. Así, no sólo se higienizaba el interior de la taza sino que se humedecía antes de usarla. Y con una superficie ligeramente humedecida cualquier resto era más fácil que se desprendiera.
Chorros de agua con aire para mejorar la limpieza
Los Washlet iniciales tenían un tanque de agua en el lateral para las funciones de bidé. Este tanque hacía, además, que el agua estuviera a una temperatura constante. Pero cuando se eliminó este tanque buscando un inodoro más compacto e integrado, se redujo a la mitad la cantidad de agua disponible para la varilla.
Pero conseguir que el sistema funcionara y fuera efectivo incluso con menos agua era un quebradero de cabeza. La solución se les ocurrió viendo las fuentes del hotel y casino Bellagio de Las Vegas. Allí las fuentes usaban en sus primeros momentos un flujo de agua continuo, pero esto gastaba mucha agua. Por eso crearon un sistema con una bomba solenoidal que ahorraba agua, enviando gotas a diferentes velocidades.
Controles de un washlet en un mando remoto
Un sistema similar fue el que se usó para la nueva varilla del Neorest NX1, funcionando a 100 ciclos por segundo. Así, la varilla expulsa gotitas a diferentes velocidades. Esto hace que vayan chocando y salpiquen, haciendo así la limpieza más efectiva usando menos agua.
Pero aún así, para algunos clientes la experiencia de limpieza no era lo bastante profunda. Así que a otro ingeniero del equipo se le ocurrió añadir aire para que estas salpicaduras fueran más grandes. La investigación para esta varilla con aire les llevó 19 años a Sato y su equipo.
Cómo se fabrica un inodoro con bidé
Los modernos inodoros con bidé o washlet son una gran innovación tecnológica e higiénica, como ya has podido leer. Pero además, su proceso de fabricación suele tener una importante componente humana.
En primer lugar se hace la taza, para lo que se necesita mezclar durante un día los componentes de la arcilla que se va a usar. Esta mezcla luego se filtra para eliminar impurezas y comienza entonces el proceso de moldeado. Este proceso usa moldes muy precisos que son secretos industriales de cada compañía.
Pero en este momento del proceso el material aún no se ha endurecido y se puede trabajar. Mientras está así, trabajadores con esponjas húmedas dejan las superficies completamente lisas y sin imperfecciones. Este proceso manual es muy importante porque las condiciones de la arcilla varían con la temperatura y se necesita un ojo entrenado para saber dónde actuar.
El material ya alisado se suele dejar unas 30 horas para que se seque, tras lo que se inspecciona para asegurar que no haya arañazos o defectos. Tras esto, la mayoría de los productos de Toto usan dos capaz de barniz que se aplican de forma manual. Sin embargo, para los modelos Neorest NX1 y NX2 se usa un robot creado especialmente para este proceso.
Entonces llega el turno del horno que tiene una temperatura de 1200 ºC. Por este horno, con un túnel de 120 metros, pasan todos los productos. Y una vez que entran, en 24 horas se obtiene el producto finalizado en el extremo final. A la hora de hacer moldes para inodoros las compañías tienen que tener en cuenta que, tras el paso por el horno, el producto disminuye su volumen alrededor de un 10 %.
Diseño y funcionalidad en el washlet Neorest NX2 (imagen: Toto)
Llega entonces el momento de la inspección final en el que los productos se examinan visualmente con pequeñas linternas. Además, los técnicos miran también si existieran fracturas no visibles en el inodoro. Para esto usan unos martillos de madera con los que golpean suavemente toda la superficie del inodoro.
Analizando el sonido se puede descubrir si hay imperfecciones, aunque las diferencias de sonido entre un producto perfecto y uno defectuoso sean muy sutiles. Sin embargo, los técnicos están perfectamente entrenados para distinguir estas diferencias de sonido y, de hecho, pasan un examen de certificación una vez al año.
A continuación se instala la cisterna, así como toda la parte electrónica, con más de 400 componentes. Se incluye la tapa y con esto se completa el inodoro.
Funcionalidades del washlet
El moderno washlet es un verdadero prodigio tecnológico para mejorar la experiencia en el inodoro. Que aunque parezca muy prosaico, es algo que todos hacemos. Y ya puestos, mejor hacerlo con la máxima comodidad e higiene.
La función básica de cualquier inodoro de tipo washlet es la de bidé, con una varilla que pulveriza agua. Siempre hay dos controles, para que las mujeres puedan usar esta pulverización de agua en cualquier punto de su anatomía. Y por supuesto, en los modernos inodoros con bidé el agua tiene una temperatura controlada para que no resulte desagradable.
Controles de un washlet sencillo
Luego, muchos de ellos cuentan con un asiento calefactado. Y es que muchas casas no tienen calefacción central por lo que, en invierno, el baño está muy frío. De cualquier manera, esto que parecer un asunto menor, cuando lo pruebas es una maravilla. Extraño al principio, acostumbrado a asientos fríos, pero fantástico.
En algunos casos, además, el bidé expulsa aire templado para secar, eliminando así la necesidad de usar papel higiénico.
Existen otras funcionalidades más avanzadas, pero no suelen estar disponibles en todos los modelos. Algunos ejemplos son:
Ajustes de presión de agua. Así, si te gusta el chorro más potente, puedes controlarlo manualmente.
Ajustes del chorro de agua. A veces hay un modo de oscilación, en el que la varilla se mueve ligeramente adelante y atrás. Y también un modo pulsante donde la intensidad del chorro va cambiando. Así escoges lo que más te gusta.
Ajustes de posición de la varilla. Pese a las muchísimas pruebas realizadas cuando se inventó el washlet, la varilla estaba fija en una posición que era la mejor para la gran mayoría de casos. Pero la anatomía de cada persona es única. Y tener que estar moviéndote en el asiento para que el chorro llegue al punto precioso es incómodo. Mejor cuando puedes controlar la posición del chorro con un par de botones.
Ajustes de temperatura del asiento. Por si lo quieres más o menos caliente.
Ambientadores integrados. Suelen incluir, además, filtros de carbón activado. Siempre da mucha vergüenza que alguien entre detrás de ti en ciertas circunstancias. Con estos ambientadores, problema resuelto.
Apertura y cierre automático de la tapa. Sólo necesitas acercarte para que el inodoro levante su tapa. Y cuando te retiras, la tapa baja. Además, suele detectar si te acercas de frente, levantando la tapa y el asiento, o de espaldas, levantando sólo la tapa.
Flush automático. Algunos washlet, cuando te levantas, realizan la descarga de agua de forma automática, sin que tengas que preocuparte de nada. Generalmente estos también bajan la tapa automáticamente.
Música ambiental. Ideal sobre todo en inodoros en lugares públicos o poco insonorizados. A nadie le gusta que otras personas escuchen lo que ocurre en el inodoro.
Desinfección. En algunos casos se usa luz ultravioleta para desinfectar la boquilla del agua y la taza.
Cómo controlar las funciones del Washlet
Muchas de las funciones de los washlet más modernos son automáticas. Pero las básicas, las de bidé, las controla el usuario con un panel de control con botones. Incluso aquellas que son automáticas pueden ser activadas también de forma manual.
Estos controles inicialmente estaban únicamente en un pequeño brazo incorporado al inodoro. En la actualidad aún sigue habiendo inodoros washlet así y con muchas funcionalidades. Pero cada vez, sobre todo en los de gama alta, se pueden ver paneles de control en la pared del baño.
Controles de un washlet moderno en el propio inodoro
Controles de un washlet en la pared del baño
El principal problema es que, en algunos casos, estos controles sólo estaban en japonés. Y requerían de prueba y error por parte de visitantes no japoneses hasta encontrar para qué servía cada uno. Y en otros casos, los iconos cambiaban de un fabricante a otro. Por eso, en 2017 la Japan Sanitary Equipment Industry Association anunció la estandarización de los iconos para todos los washlet.
El objetivo era que, para los Juegos Olímpicos de 2020 (pospuestos hasta 2021 por el coronavirus), todos los inodoros de este tipo tuvieran iconos comunes en las funciones más comunes. Así, cualquier visitante sabría usarlos sin ningún tipo de problemas, independientemente del fabricante. Los símbolos escogidos fueron los siguientes.
Símbolos estandarizados para los Washlet japoneses
Estos botones significan lo siguiente, de arriba a abajo y de izquierda a derecha:
Flush grande.
Flush pequeño.
Levantar o bajar la tapa.
Levantar o bajar el asiento.
Parar (cuando ya no quieres que continúe el chorro de agua).
Pulverización trasera (tanto hombres como mujeres).
Bidé o pulverización delantera para mujeres.
Aire templado para secar.
Pero como decimos, esta iniciativa sólo ha estandarizado las funciones más comunes. Las más avanzadas, que no son tan comunes, quedaron fuera del esfuerzo de estandarización de la asociación.
Controles de un washlet en pared con algunos de los iconos ya estandarizados
Instrucciones en inglés y japonés de un washlet, en la pared de un business hotel
A continuación incluimos una lista de funciones y su correspondencia en japonés. Porque puede que en algunos casos encuentres inodoros donde los paneles de control no incluyen la leyenda en inglés. De todas formas, es también frecuente encontrar, en business hotels, pegatinas con una explicación en inglés de los controles.
止. Parar.
おしり. Significa «trasero», con lo que indica limpieza trasera. Va junto al icono de limpieza trasera con chorro.
ビデ. Bidé. Va junto con el icono de limpieza delantera para mujeres.
乾燥. Secador.
水勢. Presión del agua.
強. Más fuerte (el ajuste de la presión de agua).
弱. Más flojo (la presión de agua).
パワー脱臭. Ambientador potente.
入/切. On/Off.
温水. Agua caliente.
便座. Asiento del inodoro.
節電中. Modo de conservación de energía. Estos inodoros necesitan una toma de corriente. Por eso, los más modernos tienen la capacidad de quedar en standby ahorrando energía si no están en uso.
高. Alto (para la posición de la varilla que pulveriza agua).
低. Bajo (posición de la varilla).
ノズルそうじ. Limpieza de la boquilla de agua.
Esperamos que a partir de ahora mires los inodoros japoneses de otra forma. Y sobre todo, que los uses con tranquilidad y sabiendo para qué sirve cada cosa.
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Luis es ingeniero de telecomunicación y máster en Estudios de China y Japón: Mundo Contemporáneo. Ha trabajado en grandes empresas como Vodafone y Google (en Londres), y también en agencias de comunicación. Puedes encontrarle en el blog Profundidad de Campo.